Año CXXXIV
 Nº 49.111
Rosario,
miércoles  09 de
mayo de 2001
Min 10º
Máx 17º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Los conservadores ingleses acusan a Tony Blair de intentar tapar su fracaso en la lucha contra el crimen
Polémica en Inglaterra por la vuelta de Biggs
Desde la oposición afirman que la detención del legendario ladrón nació de un arreglo entre el gobierno británico y el editor del diario The Sun

Las circunstancias del regreso del ladrón del tren postal de Glasgow Ronnie Biggs -tras 35 años huyendo-, desataron ayer fuertes críticas en Gran Bretaña. La oposición conservadora acusó al Partido Laborista del primer ministro Tony Blair de querer desviar la atención, con la detención del legendario delincuente, de su fracaso en la lucha contra el crimen.
GeraldHowarth, uno de los líderes políticos conservadores, se preguntaba: "¿No será esto un gigantesco truco de campaña electoral?". Es una "extraña casualidad" que Biggs haya llegado justo un día antes del anuncio de la fecha de la votación para la Cámara Baja del Parlamento, añadió.
Biggs, quien en 1963 asaltó un tren postal con al menos 14 cómplices y se alzó con un botín millonario, pasó ayer su primer día completo tras las rejas en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en el suroeste de Londres.
En el ala de enfermería, Biggs, de 71 años, que sufrió tres derrames cerebrales, está recibiendo la atención médica que en su exilio en Brasil ya no podía pagar, mientras espera que se reabra su caso ante el tribunal de apelaciones.
El condenado pasó una noche tranquila, dijo una "fuente carcelaria. Creo que se durmió fácilmente", agregó.
También desde las filas del gobierno se oyeron críticas. El legislador laborista Paul Flynn dijo: "Comparto el disgusto de la gente por este tema. Como consecuencia de este delito murió un maquinista. Y Biggs, quien llevó una vida rodeado de lujos, ahora es celebrado como un héroe".

"Trámites acelerados"
Lo que más enojo causó fue el hecho de que el ministro del Exterior, Robin Cook, solicitara a la embajada británica en Río de Janeiro que acelerara los trámites para confeccionar un pasaporte a Biggs. Un parte de la prensa presume que detrás de este hecho se esconde un arreglo entre el gobierno y el editor del diario The Sun, Rupert Murdoch, quien visitó la semana pasada Downing Street.
A cambio del apoyo del The Sun a la campaña electoral de Tony Blair, Cook ayudó al periódico en el caso Biggs, sostienen los críticos. El regreso del que fuera hace años el hombre más buscado de Gran Bretaña fue organizado por ese diario sensacionalista.
El Consejo de Prensa británico analizará si el periódico pagó al ex jefe de la banda de ladrones, Bruce Reynolds, y a su hijo Nick unos 20 mil dólares para que acompañaran a Biggs en el viaje de regreso. Al mismo Biggs el diario lo habría convencido de volver a su patria con unos 500 mil dólares, aseguró el que es su abogado desde hace años, Wellington Mousinho. En la prensa británica, en cambio, se hablaba de entre 30 mil y 150 mil dólares para la familia de Biggs.
En tanto, los diarios británicos reclamaban ayer en su mayoría que se proceda con dureza contra Biggs. Mientras The Sun se autodeclaraba el "diario más grande del mundo", muchos hablaban de una "farsa" o de un "circo". En tanto, el periódico The Mirror acusó a Biggs de querer aprovecharse del sistema de salud estatal.
Por su parte, el Daily Mail, de tendencia antieuropea, indicó que el equipo de abogados del anciano ladrón quiere lograr la liberación de Biggs con ayuda de la Convención Europea de Derechos Humanos. Aparentemente, los abogados argumentan que la condena de 30 años dictada contra Biggs en 1964 fue demasiado elevada. También los diarios cercanos al laborismo, como el Independent, criticaron al gobierno por su colaboración con Biggs y el Sun.

Ex esposas defienden al ladrón
Dos ex mujeres del célebre Rondald Biggs, autor del robo del siglo, defendieron a su ex marido, quien anteayer llegó por propia voluntad a Gran Bretaña tras permanecer 35 años fugado. Raimunda Rothen de Castro, la brasileña que se casó con Biggs y le permitió permanecer impune en Sudamérica gracias a que ambos tuvieron un hijo brasileño, dijo en Ginebra que Ronnie deseaba tener un pasaporte y retornar a su país porque "quería morir como un hombre completo".
De Castro, casada hoy con un suizo y residente en Ginebra, dijo respecto de Biggs: "Su problema en Brasil era que no tenía pasaporte y el pasaporte es la identidad de un hombre".
En declaraciones al diario suizo Le Matin, la brasileña dijo que el popular asaltante quería también "obtener el perdón de la Reina y regresar a la madre patria".
"Brasil era para él su madre adoptiva, pero Inglaterra sigue siendo su madre biológica. Brasil le dio el perdón, le dio amor, calor, libertad. Pero se sentía prisionero en el fondo porque no podía regresar a Inglaterra y tenía nostalgia de su pudding inglés, de su cerveza, de su whisky escocés", afirmó de Castro, quien vivió con él seis años.
Por su parte, la australiana Charmian Brent, otra de las ex esposas de Biggs, con quien tuvo tres hijos, declaró en Melbourne que se había conmovido al ver a su ex marido detenido por los policías que lo esperaban en la base de la Fuerza Aérea Británica de Northolt, al noroeste de Londres. "No quiero que muera solo en una celda, no se merece eso", declaró Charmian al diario australiano Herald Sun.
Brent estimó que las fotos del regreso de Biggs a Gran Bretaña, con la complicidad del diario popular británico The Sun que fletó un jet privado entre Río de Janeiro y Londres, muestran un hombre que no era más que un cadáver ambulante. "El hombre que yo recuerdo era fuerte y atlético, capaz de conquistar el mundo. Ahora es un cadaver ambulante que no tiene más que piel y huesos: me siento triste por él", dijo desde su domicilio en Melbourne.
Biggs, decaído por tres ataques cerebrales y sin dinero, fue detenido anteayer como estaba previsto, unos veinte minutos después de su llegada, por haber "escapado en forma ilegal". Tras haber sido sometido a una revisión médica en una comisaría londinense, Biggs compareció durante algunos minutos a primera hora de la tarde ante el tribunal de Hammersmith, lo que constituyó su reencuentro con la Justicia de su país después de más de 35 años como prófugo.



En los diarios británicos se generó una dura discusión con el retorno de Biggs.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados