Villa Gobernador Gálvez

Balearon a un joven en medio de una bailanta

Un chico de 18 años recibió un disparo en el abdomen cuando se encontraba bailando ayer a la madrugada en medio de la pista del Club Talleres del barrio Villa Diego, en Villa Gobernador Gálvez. Ayer a la tarde, el muchacho se reponía de una intervención en medio de la incertidumbre por el ataque.
El domingo a la noche Damián Santiago Herera, de 18 años, fue a bailar con su prima, el esposo de ella, y otros tres amigos. Una de las chicas que lo acompañaba, Lucía, de 18, contó que llegaron al Club Talleres alrededor de las 2 de ayer. La jornada no tuvo ningún episodio en particular. El grupo estuvo bailando y no enfrentó discuciones ni peleas.
Alrededor de las 4, sonó un fuerte estampido y la pista se cubrió de humareda. Los compañeros de Damián cuentan que el chico levantó los brazos y comenzó a sentirse mal. Pero inmediatamente llegó un policía que cubriá la seguridad del baile. "El custodio se llevó a Damián hacia afuera, como si hubiera sido el autor del disparo", señaló uno de los amigos del chico, que se encontraba a su lado cuando se escuchó el balazo.
Al llegar a la calle, el custodio se dio cuenta que el chico estaba herido. Inmediatamente la policía trasladó al muchacho al Hospital de Emergencias, donde debieron efectuarle una operación.
Ninguno de los amigos pudo ver de donde partió el disparo. Una prima del chico declaró a la policía que Damián descubrió su herida después de tocarse el abdomen y ver sangre en sus manos. Ayer, después de la operación, el chico aún no sabía desde que lugar le habían disparado. "Pensó que le habían tirado desde atrás, pero el médico nos dijo que fue de frente", indicó su madre, Mirta.
Después del ataque, los compañeros de Damián salieron del club y fueron al Heca, para acompañar a su amigo. Aseguran que como ellos salieron otras personas, y que el baile continuó adentro como si nada hubiera pasado.
La policía señaló que los móviles de la comisaría 26ª, con jurisdicción en esa zona, llegaron cerca de las 5 de la mañana. A esa hora había unas 300 personas en el club, pero a ninguna se le encontró el arma con la que le dispararon a Damián.