La faena de ganado vacuno en la provincia de Santa Fe se redujo en unas 30 mil cabezas en marzo, como consecuencia de los efectos de la crisis de la aftosa y la delicada situación financiera del sector. Así lo señaló el gerente de la Cámara de la Industria Frigorífica de Santa Fe, Gonzalo Méndez, quien se lamentó porque el acuerdo de competitividad firmado por el gobierno nacional y los de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, es insuficiente para poner en marcha un rubro que hoy está "totalmente paralizado". Santa Fe es una de las más afectadas por el rebrote de aftosa, que derivó en el cierre de mercados externos y en las medidas de restricción para el tránsito y abastecimiento de hacienda. La carga financiera que conlleva esta situación pesa especialmente en la provincia por ser la que tiene mayor porcentaje de hacienda fiscalizada por el Senasa, o sea que cuenta con más controles sanitarios y más costos. Como consecuencia del cierre de mercados externos, se estima que las exportaciones de carne en el año 2001 caerán cerca de 500 millones de pesos, de los cuales algo menos de la mitad corresponden a establecimientos santafesinos. El desfinanciamiento, la recesión y las dificultades de abastecimiento aportan el resto par conformar una situación de emergencia que pone en riesgo 5 mil puestos de trabajo. El viernes pasado, el gobierno nacional anunció un plan de competitividad para los frigoríficos que incluye diferimientos y rebajas fiscales hasta el 30 junio para frigoríficos que exporten hasta un 30% de su facturación. Contempla además la eliminación de los impuestos a la ganancia presunta y a los intereses. Los aportes patronales serán computados a cuenta del IVA. Las medidas alcanzan también a los subsidios de hasta 300 pesos mensuales, por 6 meses, para los empleados suspendidos. En el aspecto financiero, la Nación se comprometió a través de los bancos oficiales a otorgar créditos de hasta medio millón de pesos, con una tasa bonificada por las provincias hasta el 6% anual, con un plazo de seis meses. Para el gerente de la cámara que agrupa a los frigoríficos de Santa Fe, el salvataje para los industriales es un buen paso pero insuficiente, no sólo por los montos involucrados sino porque "es limitado a un grupo de empresas". Por otro lado, advirtió que la reglamentación del decreto debe asegurar que ese mínimo beneficio no termine creando una situación inequitativa para los que no entran en ese lote. Méndez se quejó porque el método para decidir cuáles son los frigoríficos beneficiados con el plan de competitividad deja afuera a importantes establecimientos. "Hay frigoríficos que exportan carne con marca al exterior pero como tienen un volumen de operaciones muy grande en el mercado interno, no llegan al porcentaje de mínimo en el volumen global", señaló El directivo señaló que el criterio para otorgar los beneficios debería ser según el porcentaje de cortes que envíen al exterior. "Si coloca el 10% de la facturación, los préstamos deben ser sobre ese porcentaje". Además, se quejó porque el período de vigencia de los beneficios "es muy corto para la situación de crisis que vive la industria" y pidió atacar los costos estructurales del sistema. "Como los frigoríficos santafesinos son los que más cumplen con las normas, son los que más pagan", se quejó. La situación se complica también a nivel del mercado interno. Según datos que manejan los industriales, el ingreso de carne de otras jurisdicciones a la zona de Rosario se ubica en el orden de 1.300.000 kilos mensuales. "Con esta situación, el plan resulta insuficiente, incluso cuando todavía no se ha evaluado el impacto en el sector del impuesto a las cuentas corrientes, cuyos perjuicios superarán con creces los beneficios fiscales que puede otorgar la Nación al sector", indicó Méndez. El panorama no es mejor para los productores que están también en crisis pero que no tienen beneficios. El tema fue ayer motivo de debate la Asociación de Productores de Carne Bovina (Aprocaboa). "Está bien que le den un salvavidas a los frigoríficos, pero son los productores los que más sienten el corte de la cadena de pagos y los casi 300 millones de pesos que se dejaron de cobrar como consecuencia de las convocatorias en el sector industrial", señalaron los dirigentes de la entidad.
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