| | Dijo que el Ejército "va a asumir la responsabilidad" Brinzoni admitió que la masacre de Margarita Belén fue un fusilamiento El jefe del Ejército era funcionario en 1976, cuando se produjo el grave suceso
| El jefe del Ejército, general Ricardo Brinzoni, reconoció por primera vez que la masacre de Margarita Belén no fue un enfrentamiento, sino "un fusilamiento encubierto de detenidos". Brinzoni, quien ayer había prometido referirse a la masacre perpetrada en 1976 en una conferencia de prensa que finalmente no brindó, aseguró a un diario de Chaco que la muerte de 22 personas en el distrito de Margarita Belén -unos 70 kilómetros al norte de Resistencia- se produjo "no por un enfrentamiento, sino por un fusilamiento encubierto de detenidos que estaban en la cárcel U-7" de la capital chaqueña. El 13 de diciembre de 1976, 22 hombres y mujeres de la Juventud Peronista que estaban detenidos fueron arrancados durante la noche de la prisión de Resistencia por efectivos militares provenientes de Formosa, con la excusa de que irían destinados a otra institución penitenciaria. Tras ser apaleados y golpeados duramente, fueron subidos a camionetas y llevados camino hacia el norte por la ruta nacional 11, hasta que en la jurisdicción del distrito de Margarita Belén los bajaron a tierra y fusilaron. La dictadura militar trató de mostrar el sangriento episodio como un intento de fuga, pero los familiares de los muertos y los organismos de derechos humanos siempre sostuvieron que se trató de una masiva ejecución sumarísima de prisioneros indefensos. Inclusive el caso sirvió en 1985 para condenar a los ex comandantes en el juicio a las juntas militares. El año pasado, el monumento de homenaje a las víctimas de la masacre, que habían erigido en ese lugar la Legislatura de Chaco y los organismos humanitarios, fue destruido por desconocidos pocos días después que se realizara un acto conmemorativo de la lucha antisubversiva en el regimiento de Formosa. En el tiempo en que ocurrió la masacre, Brinzoni era capitán y ocupaba el cargo de secretario general de la por entonces Gobernación de facto. A raíz de ello, el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) anunció que radicará una denuncia penal contra el jefe del Ejército. Justamente, Brinzoni trató de defenderse sosteniendo que sus acusadores "intentan a través de calumnias y difamaciones conseguir sus objetivos, a los cuales no han renunciado", aunque no precisó a qué supuestos cometidos, concretamente, se estaba refiriendo. "Yo creí en el enfrentamiento. Creo que todos lo creímos en aquel entonces", recordó Brinzoni en declaraciones al diario Norte, de Resistencia, Chaco, para luego admitir: "Hoy yo también creo, a la luz de todo lo que escuché después, que lo de Margarita Belén no fue un enfrentamiento, que fue una operación militar para eliminar delincuentes terroristas". "Aquel hecho de Margarita Belén es uno de los muchos episodios penosos y lamentables frente a los cuales el Ejército va a asumir la responsabilidad de lo que le compete", añadió Brinzoni, ante las posible reactivación de la causa que lleva el juzgado federal de Resistencia, a cargo de Carlos Skidlesky. Ayer, la oficina de prensa del Ejército aseguró que durante un acto en el Edificio Libertador el jefe del Ejército se referiría a la masacre. Tras asistir a una hora de ceremonia, de 12 a 13 horas, los cronistas esperaban la prometida rueda de prensa de Brinzoni, pero se retiró del salón principal de la sede militar acompañando hasta la calle al jefe del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, general Peter Pace, y no regresó. Antes de ello, Brinzoni había condecorado a Pace con la Orden de Mayo al Mérito Militar en el Grado de Gran Cruz.
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