Si bien el presidente Fernando de la Rúa prefirió otra vez la cautela y evitó responder a las nuevas críticas de Carlos Chacho Alvarez a su gestión, en el gobierno le tiraron con munición gruesa al ex vicepresidente al acusarlo de ser el responsable de lo mismo que denunció: la destrucción de las "ilusiones" populares. Quien salió a cruzar con más dureza al ex líder del Frepaso fue la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, al señalar que "el primero que destruyó las ilusiones fue él, cuando decidió irse de la vicepresidencia".
Después, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, dijo que Alvarez "debería ponerse el sayo", ya que también participó de esta gestión, y lo acusó de haber ocasionado "un gran daño a la Alianza" cuando se alejó del gobierno.
El vocero presidencial, Ricardo Ostuni, a su turno especuló que Alvarez "quizás busque posicionarse mejor frente a circunstancias políticas que se avecinan" y dijo que De la Rúa siente "el afecto y la simpatía de siempre" por el ex vicepresidente pero "está desconcertado" por su actitud.
Alvarez volvió a abrir el fuego el viernes, luego de haber abandonado sorpresivamente la conducción unipersonal que ejercía, desde su creación, en el Frente Grande, el principal integrante del Frepaso.
Tal vez porque a partir de entonces se sintió libre de compromiso con el gobierno, descargó una serie de críticas que incluyó a toda la Alianza, cuyo "fracaso", según opinó, "vació de contenido a la política" y afirmó que De la Rúa "es uno de los responsables" de esta situación.
Encima manifestó que el gobierno que encabeza el radical y en el que el ministro de Economía, Domingo Cavallo -cuya incorporación él mismo fogoneó-, es una de sus principales figuras, es "una trituradora de ilusiones".
"El primero que destruyó las ilusiones fue él, cuando decidió irse de la vicepresidencia", le respondió Bullrich, quien dijo que Alvarez quiere "tirar la responsabilidad a otro, al presidente de la Nación, que ha tenido que bancarse todas estas crisis políticas".
"Muy suelto de cuerpo dice «se trituraron las ilusiones de la Alianza», como si él fuese una especie de analista político americano que mira desde la CNN lo qué pasó en el país. No me parece justo, me parece muy mal", remarcó la ministra.
Gallo, por su parte, manifestó: "Chacho debería ponerse el sayo, porque todos estábamos en la Alianza, todos teníamos ilusiones de que el país podía ser cambiado más rápidamente; ese era nuestro sueño".
El funcionario advirtió que "hay que asumir esa responsabilidad quedándose en el gobierno. Yo siempre dije que quien le había hecho un gran daño a la Alianza es Alvarez cuando resolvió no hacer frente a la gestión de gobierno".
Más equidistante, el ex ministro del Interior, Federico Storani -uno de los principales aliados de Alvarez cuando estaba en el gobierno-, consideró que "no debe perderse de vista" que sigue vigente en Argentina la necesidad de la continuidad de la Alianza, pero advirtió que dentro del gobierno "no existe la comprensión" de esa necesidad.
"La idea tiene que seguir siendo recomponer la Alianza y reintegrarla con la mayor energía que se pueda en el gobierno, con o sin Chacho, o con o sin De la Rúa", indicó el dirigente radical que además insistió que "dentro del gobierno no existe, por lo menos en sectores muy amplios, la comprensión de que haya que hacer una alianza de estas características, sino que más bien se lo tomó más como una situación coyuntural".
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La Ciudad
