La retrospectiva "Herbert Achternbusch: un cineasta más allá del consenso" comienza hoy, a las 20 y a las 22, con la proyección de "El sentimiento de Andechs" (1974), en la sede del Cine Club Rosario en la Asociación Médica, España y Tucumán. El ciclo, que cuenta con el auspicio del Instituto Goethe porteño, exhibirá otras cinco películas del director alemán y se extenderá hasta el martes próximo.
Herbert Achternbusch nació en Munich en 1938. Es director de cine, novelista, dramaturgo y pintor. Está considerado como un realizador maldito, al que la industria del entretenimiento de su país no ve con buenos ojos. Su labor en campo del cine es vasta. Filmó 27 largometrajes, muchos de ellos en súper 8 y luego transferidos a 35 milímetros. La razón fue económica. A falta de apoyo, Achternbusch no se dejó vencer y rodó cómo pudo sus obras, en las cuales jamás quiso ceder el control artístico.
La película que abre la muestra hoy es "La sensación de Andechs". Está protagonizada por el propio director y en otro de los roles se desempeña la realizadora Margarethe Von Trotta. La acción comienza en una cervecería que ocupa la terraza del monasterio de Andechs. Allí el profesor Herbert espera cada día bebiendo el regreso de una actriz de la que está enamorado. La espera lleva diez años, a pesar de que la esposa de Herbert lo riñe cotidianamente porque sospecha que su esposo tiene un lío amoroso.
Contra lo esperado, la diva vuelve al pueblo y se encuentra con Herbert. El profesor está pasando por un ataque de fobia. Odia tomar exámenes y debe hacerlo sí o sí, ya que el inspector de enseñanza llegó para controlarlo. En medio de esa situación recibe la visita de la diva y arma un juego peligroso al presentarse a su esposa, diciéndole que la actriz (interpretada por Margarethe Von Trotta) es su hermana.
Cervezas, agujeros y estatuas
Pasado mañana se exhibirá "La lucha por la cerveza" (1976), a las 20. Achternbusch vuelve a ser el protagonista de la historia. Interpreta un hombre que se robó un uniforme de policía y se presenta a la Fiesta de la Cerveza. Su intención es hacer amigos. Cree que el traje le servirá para ese cometido, pero sus extravagantes actitudes no consiguen ganarle amigos precisamente. Mientras el hombre trata de confraternizar, aparece el policía al que le hurtó el uniforme y la acción se encamina hacia un destino trágico.
El viernes 11, a las 20, se podrá ver "El último agujero" (1981). El personaje central de la película es Nils. Es un hombre singular al que le gusta proclamar amores, a pesar de que diga que siempre está enamorado de la misma mujer. Si bien los asuntos del corazón parecen ser sus temas eternos, Nils también está angustiado por el pasado de su país y por la muerte de seis millones de judíos en el Holocausto. No poder comprender este hecho lo lleva al alcoholismo y a una vida criminal en la que empieza a experimentar qué sienten los asesinos, cuando se une con un policía que ha cometido un homicidio.
"Sálvese a Hitler" (1982) se proyectará el sábado 12, a las 20. El filme cuenta una historia que tiene un inicio fantástico. Un soldado alemán muere en la Segunda Guerra Mundial en Estalingrado. Cuarenta años después regresa como fantasma a un monumento que Alemania inaugura para homenajear a los soldados caídos. Herbert (así se llama el combatiente) cree que aún está en Estalingrado. La ciudad rusa -piensa Herbert- ha sido reconstruida por los alemanes triunfadores y es igual a Munich. Por eso no le sorprende encontrarse con rostros conocidos, especialmente de mujeres. El piensa que son las damas que conoció en su ciudad natal, aunque en realidad son las hijas y nietas de las mujeres que Herbert trató antaño, así como Munich es Munich y no una réplica hecha en Rusia por un hipotético triunfo de las fuerzas alemanas.
El lunes 14, a las 20, será el turno de "La campeona olímpica" (1983). Un hombre común es el personaje central. Está casado con una moza de restaurante pero tiene un sueño con otra mujer. Es una deportista que, según el sueño, se convertirá en campeona olímpica y tendrá un hijo de él.
El ciclo concluye el martes 15 con la proyección de "I know the way to the Hofbrauhaus" (1982). La película transcurre en un museo de Munich. Allí Hick, el guardián del lugar, atiende preferencialmente a la estatua egipcia de Osiris. La lava con jabón, la seca con toalla y secador de pelo y le pone crema. Las razones de tan delirantes atenciones son sencillas, pero igual de extravagantes. Hick quiere que Osiris le facilite una cita con una legendaria faraona. La estatua cumple el deseo de Hick, pero para éste las cosas no serán tan sencillas como secarle la cabeza a una escultura con una toalla.
La Ciudad
