Los números de la economía del País Vasco dan envidia. Euzkadi creció en 1998 un 6%. Tanto en 1999 como en 2000 tuvo un crecimiento del PBI superior al de España en su totalidad. Sin embargo los nacionalistas oficialistas del PNV se vieron paralizados en el Parlamento desde que los legisladores de Herri Batasuna (ligados íntimamente a ETA, actualmente Euskal Herritarrok) los dejaron en minoría. Desde ese momento acumularon 47 derrotas legislativas sucesivas. Juan María Atutxa fue protagonista de este proceso como presidente del Parlamento que tuvo que disolver la Cámara alta. -¿La incapacidad para legislar los llevó a adelantar las elecciones? -Precisamente, porque no se podía gobernar tuvimos que disolver la Cámara. Nosotros hasta el año 2003 no debimos celebrar elecciones y las tuvimos que adelantar. El lehendakari veía que había un gobierno en minoría y una oposición que buscaba derrumbar el Ejecutivo. Por eso llamó a elecciones anticipadas. Es algo que no lo entiende nadie. Un país que va hacia adelante como si fuera un cohete en la economía, en el equilibrio social, en la enseñanza. Es decir, en casi todos los aspectos es un país puntero. Nuestro único pecado es no haber podido terminar con el terrorismo. -Uno observa los informativos españoles y pareciera que en Euzkadi los nacionalistas vascos van por una vereda y los no nacionalistas van por la otra. -En Euzkadi hay familias enteras en las que sus integrantes votan por distintos partidos. Gente que es del PP, del Psoe, nacionalista o no sé qué. La única separación que se produce en la sociedad vasca es entre la mayoría y la gente de Euskal Herritarrok (brazo político de ETA), que viven en sus herriko tabernas (bares partidarios). Ahí se produce una separación en la sociedad. De lo contrario no se da la separación, que sí se produce en la clase política. Pero cuidado. Estamos ante el peligro inminente de que si seguimos por este camino de crispación en la clase política, innecesario e improductivo, podemos contagiar a la sociedad. -¿Existe una clase política dividida pero no una sociedad dividida? -Afortunadamente estamos ante una sociedad madura. Mucho más de lo que está demostrando la clase política. -Hace unos días Fernando Savater visitó la ciudad y comentaba que la gente tiene miedo en Euzkadi. -Prácticamente no coincido en nada con el señor Savater. Pero en este caso debo decirle que muchas personas de la sociedad vasca tienen miedo. Y existen razones suficientes para que sientan el miedo en sus cuerpos porque están amenazadas. -La Iglesia Vasca profundizó en el tema y pidió a los políticos que no juegen con el miedo de la gente. -No creo que nadie esté jugando con el miedo de las personas. Más que jugar con el miedo lo que estamos tratando es de solidarizarnos con aquellos que más directamente están sufriendo las consecuencias del miedo.
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