Año CXXXIV
 Nº 49.105
Rosario,
jueves  03 de
mayo de 2001
Min 8º
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cartas
Noticias de la ciudad

Felicitaciones a La Capital, porque me permitió leer noticias como las denuncias ante el proceder, más que inadecuado, de la policía y de otros funcionarios. Si el jefe de policía se engancha a la red de luz, ¿qué podemos esperar de sus subordinados? Lo de menos sería cobrar alquiler para que los travestis ejerzan su profesión. Pareciera que los funcionarios y los políticos, con excepciones, vivieran en otro planeta. También deseo hacer algunas reflexiones sobre la actitud y las palabras del intendente de Rosario y de su secretario, con respecto a los bares y las discos. El hecho de trasladar las discos a lugares donde sean una diversión para los concurrentes sin alterar las mínimas condiciones se debe a algo muy simple: el derecho de uno termina donde comienza el del otro. Ante las afirmaciones de que localizar en algún lugar más apropiado a las discos sería transformar a esos lugares en un ghetto, creo que los ciudadanos que viven en las proximidades de algunos bares y de las discos se ven, los fines de semana, viviendo en un ghetto. El problema no se reduce al ruido que puedan producir, sino que a esto se suma lo que pueda pasar afuera de las discos. Los alrededores se transforman en una especie de Bronx, donde nadie anda muy seguro y tranquilo. Creo que hay muchos jóvenes que se divierten, y están en su derecho, lo cual me parece sano y saludable, y no molestan a nadie. El secretario, según una versión periodística, dice que la ciudad es así y que todos debemos adaptarnos a los ruidos y si no hay que irse al campo a vivir, pero no todos pueden hacerlo.
Carlos Lucena


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