En pocos minutos, un pavoroso incendio se llevó la vida de un chiquito de 5 años y redujo a cenizas la humilde casa en la que vivía junto a sus padres y hermanos. El padre de la víctima sufrió quemaduras al tratar de salvar a su hijo de las llamas y ayer se encontraba internado en observación en el Hospital Clemente Alvarez. El resto de la familia -una mujer y dos nenas de 8 años y 4 meses- pudieron salir a tiempo de la hoguera en que se transformó la casa y se salvaron.
El trágico episodio sucedió ayer, alrededor de las 2 de la mañana, en una vivienda ubicada en La Plata y San Nicolás, en Villa Gobernador Gálvez, y además de la lógica conmoción por la muerte de Matías Ruiz Díaz, el siniestro también dejó a una familia de condición muy humilde sin un techo donde vivir. Literalmente, las llamas arrasaron con todo.
Roque Almirón, abuelo materno del nenito, relató a La Capital lo sucedido. El hombre fue testigo del patético hecho porque posee su casa en el mismo terreno donde hasta ayer vivía María, su hija, con su familia. Roque contó que minutos antes de las 2 fue despertado por gritos que provenían de la casa de María. "Me asusté un poco porque creía que se trataba de una pelea. La gente pedía ayuda y escuchaba que corrían alrededor de mi casa. Cuando salí de mi casa ví que el incendio estaba destruyendo la vivienda de mi hija", agregó.
Fuentes de la seccional 26ª, en cuya jurisdicción ocurrió el desastre, indicaron que el fuego se habría iniciado a raíz de una vela encendida que, al consumirse, prendió un aplique de plástico sobre el cual estaba apoyada. Al parecer el fluido de energía estaba interrumpido y alguien olvidó la vela prendida sobre la mesa. En ese momento toda la familia dormía. El resto lo hizo el viento y la alta combustibilidad de los materiales con que estaba construida la casa.
Esa versión fue ratificada por Roque. "Los chicos habían estado mirando televisión hasta tarde. Después todos se fueron a dormir. Al parecer no había luz y dejaron una vela prendida para que los chicos pudieran ver algo en caso de ir al baño", dijo desconsolado el abuelo.
Las llamas sorprendieron a todos mientras dormían. La primera en reaccionar fue María. La mujer tomó de su cuna a Ludmila, de sólo 4 meses, y a los gritos salió corriendo. Daiana, de 8, pudo escapar por sus propios medios, al igual que Rubén Antonio Ruiz Díaz, el jefe de familia. Pero en una de las habitaciones había quedado atrapado el pequeño Matías.
Según lo manifestado por testigos a la policía, Rubén realizó desesperados intentos por rescatar a su hijo, pero no pudo salvarlo. Si bien el hombre se introdujo en la vivienda envuelta en llamas a través de una ventana, el humo y el fuego le impidieron avanzar.
El chico quedó atrapado en el fuego y pereció calcinado, dijeron fuentes policiales. Su padre sufrió quemaduras en las manos y el rostro, que motivaron su internación en el Hospital Clemente Alvarez en observación.
Los bomberos de Villa Gobernador Gálvez llegaron rápido, pero el fuego ya había destruido casi todo. Los socorristas extrajeron el cuerpo del chico y le hicieron maniobras de reanimación, pero sin éxito.
El saldo del incendio fue devastador. Las llamas destruyeron todo lo que había en el interior de la casa y dejaron a la familia sin un techo donde vivir. Por tal motivo, amigos y allegados de los Ruiz Díaz pidieron colaboración a la población. "Necesitan de todo, desde ropa hasta un lugar donde vivir porque perdieron todo", remarcó Roque. Las donaciones se pueden canalizar a través de la iglesia evangelista ubicada en San Lorenzo 2414, en Villa Gobernador Gálvez.
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La Ciudad
