Pedro Squillaci
En la homilía más crítica que se le haya escuchado desde que asumió como arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás denunció ayer que "el trabajador se ha convertido en un rehén, obligado a aceptar la precarización de sus condiciones laborales para no perder el empleo". El prelado también embistió contra el actual sistema económico y social que "privilegia a pocos" y criticó las "cargas fiscales abusivas", la "recesión económica con desempleo creciente" y "la precarización de los salarios". Como si esto fuera poco marcó tres causas "que deterioraron la posibilidad de ofrecer fuentes de empleo en la Argentina: el peso intolerable de la deuda externa; la concentración de la tierra productiva en pocas manos, y la corrupción administrativa, la malversación de fondos públicos y la exigencia de retornos por beneficios concedidos". Las palabras de Mirás (que también es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina) fueron expresadas ayer ante gremialistas e integrantes de la comunidad religiosa en la parroquia San José Obrero, de barrio La Florida, en el marco de la celebración del Día Internacional del Trabajo. Entre los presentes a la misa estuvieron el titular de la Confederación General del Trabajo (CGT-Rosario), Juan Nucci; el secretario general de la Asociación Bancaria, Luis Ortega; el secretario general de Amsafé, José María Tessa, e integrantes de la Comisión Pastoral Social. En representación de la Municipalidad asistió su secretario general, Juan Carlos Zabalza. Los párrafos más sobresalientes de la homilía fueron los siguientes: * "La política económica se despreocupó del hombre, que debe ser su centro. Están a la vista los resultados de una década que ha exaltado la especulación y despreciado al trabajo". * "Las leyes de mercado convierten al trabajo en una ineludible variable de ajuste, desvalorizándolo y tratándolo sólo como objeto". * "El mundo del trabajo está sumido hoy en la pobreza y la necesidad. Y esto no se debe a catástrofes naturales o bélicas, sino al defecto de la organización económica y social, que ha preferido privilegiar a pocos, olvidando a los demás, y también ha dejado de lado la solidaridad, sin la cual la fraternidad humana es solamente una bonita palabra". * "Es la misma sociedad la que aliena al trabajador, porque lo cosifica y no considera su labor como un verdadero derecho humano". * "Muchos factores deterioraron la misma concepción del trabajo y la posibilidad de ofrecer fuentes de empleo en la Argentina. No resulta difícil citar algunas de sus causas más significativas: 1) El peso intolerable de la deuda externa que crece cada día, que influye enormemente en la economía de la población, creando una irresistible dependencia en relación a las naciones más poderosas; y se manifiesta en las imposiciones unilaterales que trascienden lo económico y alcanzan también lo político y, sobre todo, lo cultural, lesionando la soberanía que debe mantener todo país independiente. Esto ha producido cargas fiscales abusivas, recesión económica con desempleo creciente y precarización de los salarios.
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