Avalado por el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitirá recibir un nuevo desembolso del blindaje financiero, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, acelera la puesta en marcha del primer paquete de medidas procompetitivas, que alcanzará a la industria metalúrgica.
El ministro regresó el lunes al país, luego de participar de la reunión del comité interino del FMI en Washington, y ayer se reunió con la titular de la cartera de Trabajo, Patricia Bullrich, con quien analizó las medidas que podrían anunciarse esta semana.
Bullrich adelantó que mañana "se anuncia el programa para los metalúrgicos y la semana próxima se hará para la indumentaria, los textiles y el calzado".
Estos planes otorgarán ventajas impositivas a las empresas como la eliminación transitoria de los impuestos que gravan a la renta presunta y a los intereses sobre los créditos, y la reducción de los aportes patronales.
En medio del severo ajuste anunciado el viernes pasado, el ministro Cavallo presentó como compensación la rebaja a la mitad del IVA que pagan los fabricantes de bienes de capital.
Para Bullrich, "los programas sectoriales darán expectativas importantes a diferentes segmentos de la producción". La ministra destacó que "todo lo que se mueve alrededor de estas industrias no son sólo los puestos de empleo directos, sino también los indirectos".
Asimismo, explicó que "los programas se financiarán con un menor ingreso impositivo para el fisco, lo que se compensará con un importante ahorro del Estado y con el tributo a las transacciones financieras".
Al respecto, aclaró que "una cosa es el impuesto directo a la inversión como son los que gravan a la renta presunta y a los intereses de los créditos, y otra cosa es este tributo al cheque, que luego se recupera".
Agobiado por la merma en la recaudación y el consiguiente aumento del déficit fiscal, el equipo económico anunció el viernes un nuevo programa de ajuste que incluye recorte de gastos por 900 millones de pesos, la generalización del IVA para una serie de actividades exentas y el aumento de la alícuota del impuesto a las cuentas corrientes.
El ajuste le permitió al ministro lograr un principio de acuerdo con el Fondo para recibir adelantos del programa de blindaje financiero y obtener respaldo para su proyectado canje de deudas. Pero el perfil de las medidas recibió críticas desde distintos sectores productivos por el sesgo recesivo que tienen, al gravar los consumos de la clase media.
En ese marco, el gobierno quiere contragolpear con los paquetes de aliento a determinados sectores de la producción. "Estos programas de competitividad son los que necesitamos, quizás hay que ajustar el Estado, pero estos programas hay que aplicarlos sí o sí porque es la única manera de que la Argentina recupere su rol productivo", dijo ayer Bullrich.
Reducción de ingresos
El gobierno deberá lidiar, para cumplir con su objetivo, con una difícil situación fiscal. El secretario de Ingresos Públicos, José María Farré, reconoció ayer que la recaudación impositiva de abril será menor a la prevista, como consecuencia de la morosidad que se registró en la presentación de declaraciones juradas del impuesto a las ganancias.
El funcionario sostuvo que las medidas dadas a conocer el viernes por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, "tienden a lograr la generalización del IVA", porque "hoy están pagando los alimentos, indumentarias y otros rubros y van quedando muy pocas exenciones".
En cuanto a la recaudación tributaria en general, reconoció que "no va a ser toda la esperada, como ya lo anunció el ministro de Economía, por lo que esto significa que hay mucha gente que no pagó en abril sus vencimientos de las declaraciones juradas del impuesto a las ganancias".