Carlos Reutemann dejó abierta ayer la posibilidad de que en un futuro cercano (el 2002) Santa Fe comience a discutir la reforma constitucional, sin dejar de lado la reelección del gobernador. "Casi todas las provincias la tienen, así que hacerla sin reelección me parece que no corresponde", sintetizó el Lole en rueda de prensa luego de dejar inaugurado el período ordinario de sesiones de la Legislatura. Como anticipó La Capital, los rumores presagiaban que si Horacio Usandizaga ganaba la interna en la UCR sobrevendría en la agenda pública provincial la reforma de la Carta Magna, y ayer el Lole terminó por instalar la cuestión. Al principio, durante su discurso en la Asamblea Legislativa, pareció que el gobernador se oponía a esa iniciativa: "Está pendiente el proyecto de reforma constitucional; considero que esa discusión debería posponerse, esperando épocas menos críticas". Dicho de este modo, la reforma quedaba de lado en Santa Fe. El verdadero espíritu de sus palabras se comprenderían más tarde, cuando respondió inquietudes de la prensa sobre el particular. Allí se pudo percibir que el párrafo citado revestía tanta importancia como el siguiente (también leído en Diputados): "Estamos dispuestos a impulsar todas las medidas que permitan un funcionamiento más austero y transparente de las instituciones, y espero que durante los años que restan a mi gestión todos los poderes del Estado lleguemos a marchar juntos en este sentido". Pero el gobernador se reservó para su ronda con la prensa establecer el nexo entre ambos fragmentos de su discurso: "Lo que todos están mirando en la reforma política está vinculado a una reforma constitucional, y hay que ser sinceros en ese aspecto", dijo de modo claro e inequívoco. Como es sabido, cuando se habla de reforma política se alude a la búsqueda de mecanismos que permitan reducir los costos del funcionamiento de la política y las instituciones (proyecto que está a consideración del Senado). El Lole aseguró ayer que está dispuesto a "impulsar todas las medidas" que permitan un funcionamiento más austero de la política y las instituciones. Pero también manifestó que hablar de reforma política y de reforma constitucional es lo mismo. "Hay que ser sinceros en ese aspecto", sentenció, y a nadie le quedó dudas de que habilitó la discusión de una reforma a la Carta Magna, pero que el tratamiento legislativo de la reforma política vendría a oficiar como un escalón previo a ese objetivo. Tanto es así que el autor del proyecto de reforma política que está en el Senado, Julio Gutiérrez, fue ayer el primero en resaltar "salvo que en el 2002 se reforme la Constitución provincial con reelección". Reutemann no cuenta con esa red que sí respalda a sus pares (Carlos) Ruckauf y (José Manuel) De la Sota en un intento por llegar a la Presidencia de la Nación en el 2003. El gobernador no respondió a la pregunta ayer cuando le recordaron que había prometido no participar de la interna de su partido, en la que ahora apareció como candidato a senador nacional suplente. "Se da esta circunstancia, se ha hecho una lista y se trabajará en las internas, pero sigo pensando que no es un momento conveniente para hacer internas, pero hay otro partido que también las tuvo...", analizó. Luego, cuando se le preguntó si esa precandidatura era una salida alternativa a la presidencial en el 2003 y ante la posibilidad de que no exista reforma constitucional con reelección, sólo contestó: "Soy suplente, soy suplente". De todos modos, la falta de red política de un cargo alternativo asegurado al que aludió Gutiérrez queda de algún modo subsanado, ya que si al abandonar la Casa Gris en el 2003, sin contar con otra salida electoral, quedará en la puerta del Senado nacional para el caso de que Oscar Lamberto interrumpa su mandato. Esta precandidatura -que tiene el objetivo de que el nombre Reutemann emparde al de Usandizaga (que encabeza la lista de la Alianza) y traccione votos para el PJ- es vista también como una mínima de red. "Una redecilla", decían ayer los peronistas, seguros de que en el 2002 podría haber reforma constitucional en Santa Fe. Sin embargo, Reutemann habló de que "esa discusión debería posponerse". ¿Hasta cuándo?, es la pregunta que ayer el mismo Lole respondió. "Respecto al costo de la política, soy respetuoso de los poderes independientes, y lo único que puedo sugerir es que cada uno pueda palpar la realidad que vivimos, con cuánto se está viviendo, que cada uno haga un análisis del costo de la política. Vale la pena transparentar de dónde salen los fondos para hacer campaña. En cuanto a la reforma constitucional, que sé es el tema que los preocupa a todos, yo diría que si mejora la situación y cambia el ánimo, en el año 2002 podríamos decir: Bueno, pongámonos de acuerdo sobre cuáles son los puntos clave en una reforma muy austera y seguir adelante". Cuando se le recordó que habitualmente la reforma constitucional se traba en la reelección, el Lole fue directo: "Me da la impresión de que si hay una reforma constitucional el año que viene, es un tema que no se puede dejar de tocar. Casi todas las provincias tienen reelección, así que hacerla sin reelección me parece que no corresponde". J.S.M.
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