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Cavallo, el patrón

Mientras Cavallo irrumpió en el gobierno nacional como una tromba, o como un patrón de estancia con el gran impuestazo del gravamen a los cheques, que sustrae de la circulación una suma multimillonaria, el mercado interno sigue achicándose, las fábricas y comercios siguen cerrando sus puertas y dejando cesantes a centenares de obreros, que incrementan el ya elevado desempleo, la pobreza y la marginalidad. Mientras se sigue con el nuevo entretenimiento de la incorporación de nuestra moneda al Euro, se prepara un nuevo paquete de medidas, llámese ajuste, que solamente castigará una vez más a los sectores de menores ingresos y producirá masivas cesantías que, sin ninguna duda, serán rechazadas con una nueva ola de resistencia social. Todo esto se lleva a cabo con la complicidad pasiva de todos los integrantes de la llamada Alianza, que llegó al gobierno nacional con una plataforma electoral que nada tiene que ver con lo que está sucediendo. Es algo insólito, nadie dice nada, ni los de la izquierda ni los llamados liberales, la única palabra contante y sonante es la de Cavallo, que parece estar en una carrera alocada hacia la presidencia en el 2003.
Manuel Silvestre Díaz