Un intento de fuga de 15 presos de la seccional 20ª de Empalme Graneros derivó en un violento motín en el cual resultaron lesionados tres agentes y un recluso herido de un balazo en un pie. El incidente incluyó quema de colchones y la intervención de una dotación de bomberos que sofocó rápidamente el principio de incendio. La evasión, que iba a ser masiva, finalmente fue abortada y la totalidad de los detenidos fueron derivados a distintas dependencias policiales de la ciudad, ya que los destrozos en el penal fueron importantes.
Todo sucedió ayer, cerca de las 6, en la seccional ubicada en Carrasco al 2500. Según fuentes policiales, el episodio fue breve pero bastó que para se desplazaran hasta ese lugar varios móviles del Comando Radioeléctrico y del Cuerpo Guardia de Infantería que actuaron en apoyo a la escasa dotación con que contaba la comisaría en ese momento.
Según trascendió ayer, en el momento que se desencadenó el episodio había sólo dos policías en la guardia: el cabo de cuarto y el superior de servicio. Fue precisamente el primero de los uniformados que a esa hora de la mañana escuchó ruidos extraños en el penal.
Cuando el agente llegó al calabozo donde estaban los 15 internos se encontró con que un numeroso grupo ya había roto el pasador de hierro de la puerta principal de la celda y se encontraba forzando un riel metálico que sirve para sujetar esa puerta.
El suboficial fue abordado por los reclusos que intentaron sustraerle el arma reglamentaria. Entonces se produjo un forcejeo entre el policía y varios internos. Uno de los presos, de apellido Benedetti, recibió un balazo en el pie durante la disputa por el arma. A todo esto, el oficial a cargo de la seccional dio la voz de alerta por radio a la central del Comando Radioeléctrico y la Guardia de Infantería.
Operativo de prevención
En pocos minutos varios móviles llegaron al lugar y numerosos policías procedieron a rodear las instalaciones de la 20ª para evitar la fuga masiva, que a esa altura de los hechos estuvo por concretarse ya que la mayoría de los detenidos habían llegado hasta el patio de la comisaría.
En ese lugar se produjo otro choque entre policías y reclusos que derivó en represión con balas de goma. "Uno de los uniformados tuvo que recurrir a las armas con municiones antimotines porque la situación ya era más que difícil", graficó una fuente policial consultada ayer.
Según el mismo vocero, cuando muchos de los reclusos advirtieron que ya habían llegado los refuerzos se replegaron hacia el calabozo y luego prendieron fuego a los colchones y otros elementos. El incendio no pasó a mayores ya que sólo quedó en un intento, pero una autobomba de los Bomberos Zapadores fue convocada para sofocar el foco.
De acuerdo a información de la policía dos agentes, de apellido Andrada y Navone, tuvieron que ser atendidos por principios de asfixia, mientras que otro suboficial de apellido Montenegro fue conducido a un centro médico por golpes y heridas cortantes leves. El recluso Benedetti, quien recibió un disparo en el pie, también fue derivado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, pero fuera de peligro.
La situación en el penal quedó totalmente controlada cerca de las siete de la mañana. Las autoridades policiales dispusieron el traslado de todos los detenidos a comisarías de las inspecciones de zonas 1ª, 2ª, 3ª y 7ª. "Esa medida se tomó porque el penal de la seccional quedó inhabilitado hasta que se hagan los arreglos correspondientes", indicó una fuente.
El vocero indicó que el incidente de ayer fue relativamente breve, "pero alcanzó para que los presos estuviesen a punto de lograr su objetivo". El portavoz añadió que "no hubo episodios previos de violencia, como tampoco trascendió algún reclamo o petitorio de los detenidos". Finalmente, la policía consignó el secuestro de numerosas armas blancas que habían sido fabricadas por los mismos detenidos.