La Paz. - Un grupo de seis diputados en huelga de hambre desde hace tres días logró ayer que el gobierno ceda y anuncie su disposición a dialogar con todos los sectores que protagonizan graves protestas sociales desde hace dos semanas. El ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, al tiempo que anunció que el gobierno accedía a iniciar negociaciones con el líder de los productores de hoja de coca, Evo Morales, informó que al menos 19 cocaleros fueron detenidos en el Chapare, en el marco de la represión al bloqueo de caminos que se inició allí el miércoles en demanda de la renuncia del presidente Hugo Banzer.
El funcionario señaló que los cultivadores de coca, materia prima de la cocaína, están acusados de causar daños a la propiedad estatal y a bienes privados, pues cavaron fosas en la carretera troncal Santa-Cruz Cochabamba y rompieron los vidrios de cuando menos 12 vehículos particulares. Fortún dijo que el gobierno está dispuesto a reunirse con Morales en las próximas horas al igual que con el líder de los campesinos e indígenas del occidente del país, el ex guerrillero Felipe Quispe, que tiene previsto sumarse a los bloqueos a partir del 1º de mayo.
Los cocaleros exigen la libre siembra de coca, en tanto que la organización de Quispe reclama el cumplimiento de un acuerdo firmado con el gobierno en octubre pasado que dio fin a un bloqueo nacional de caminos, cuyo saldo fue de 15 muertos y 160 millones de dólares en pérdidas, el 2% del Producto Interno Bruto. Pero, al no ser atendido su planteamiento, Morales, que llegó el lunes después de una marcha de 400 kilómetros a La Paz, ordenó los bloqueos en el Chapare, 580 kilómetros al sureste, por donde pasan 200 kilómetros de la ruta Cochabamba-Santa Cruz, concentrando sus exigencias en pedir la renuncia de Banzer.
Ayuno legislativo
Los seis congresistas ingresaron al ayuno pidiendo diálogo entre el gobierno y los sindicatos para superar el creciente clima de tensión social que vive el país, que ya cobró el martes dos víctimas fatales, ambas civiles, como resultado de la represión de la policía a las protestas protagonizadas por los transportistas públicos. El acuerdo del gobierno con los diputados para que suspendan la huelga fue firmado por garantes de todos los partidos, con excepción de la principal fuerza opositora, Movimiento Nacionalista Revolucionario, que insiste en pedir la dimisión de Banzer ante la grave crisis económica por la que atraviesa el país desde 1998.
Hasta ahora, las autoridades se habían negado a dialogar con Morales argumentando que no se puede revisar una política de Estado como es la erradicación de la coca ilegal.
En tanto, el gobierno ha expresado su esperanza de que la Iglesia Católica, cuyos obispos se encuentran reunidos en una asamblea desde el miércoles, acerque a los distintos sectores en pugna. Los prelados emitirán un documento en las próximas horas, esperado ansiosamente por el presidente Banzer, quien acudió a dialogar con ellos el mismo miércoles. De cualquier forma ya adelantaron su criterio de que no ven la crisis social, política y económica con los mismos ojos que el presidente.
Campesinos, cocaleros, maestros y otros sectores sindicales influyentes han convocado a una huelga general, a una marcha a La Paz y a un bloqueo de caminos y carreteras a partir del 1º de mayo.