Año CXXXIV
 Nº 49.102
Rosario,
domingo  29 de
abril de 2001
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cartas
Declaraciones sobre los ruidos molestos

Son cuestionables las declaraciones del intendente de la ciudad sobre la problemática de los ruidos molestos provocados por los negocios de la noche. No solamente son los altos decibeles que entran en las habitaciones de los desprotegidos vecinos sino el entorno que no respeta a nadie. En una ciudad donde a las autoridades no les importa el sufrimiento de los vecinos es simple pensar que a los eufóricos noctámbulos tampoco les importe nada. Yo quisiera saber si Binner podría aguantar las agresiones acústicas y sufrir el desequilibrio psicológico que provoca esa agresión máxime si no se tiene el poder de impedir que eso termine. Está comprobado por expertos que los ruidos provocan daños severos físicos y psicológicos, y que ser permisivo con las normas de convivencia con la noble excusa de la gran desocupación sólo sirve para tapar el abuso y la desinteligencia de la dirigencia local. Creo fervientemente que los problemas sociales que hoy vivimos son un resultado del relajamiento de los normas sociales que la cultura tendrá que ayudar a recuperar. Dejar hacer sin un control racional de los entes oficiales no impedirá que la desocupación avance. Son otros los elementos que deberán utilizar para recuperar las fuentes de trabajo genuinos y no precarizados. Que sólo un grupo de vecinos se haya organizado para resistir estoicamente los atropellos de los soberbios no quiere decir que en otros lugares la historia de sufrimiento no se repita. La esquina de Chacabuco y Zeballos es otro lugar de abuso de los mercaderes de la noche. Invito a todos los vecinos que tengan igual inconveniente escriban a este diario o que organicemos una ONG para erradicar de la zona urbana la injusticia, el atropello y la soberbia.
Osvaldo M. López


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