A Puerto Vallarta se la puede recordar por muchas cosas, entre ellas que pertenece al estado de Jalisco, la cuna del traje charro de los mexicanos, el que visten los mariachis, y porque es la meca indiscutida del tequila, ese licor fuertísimo que se toma con limón puro y algo más que una pizca de sal.
Los conquistadores que venían del Viejo Mundo por el Pacífico se adentraron hasta el fondo de la bahía más grande de México y navegaron sus costas, pero pasaron de largo. Estaban dejando atrás a la que sería elegida miembro del selecto Club des baies plus belles du monde.
En cambio, en el siglo XVIII las embarcaciones balleneras que se refugiaban en la bahía de Banderas, escapando de los huracanes furiosos, descubrieron que allí se había asentado una de sus presas más codiciadas: la ballena jorobada.
Y los cineastas de Hollywood descubrieron en Puerto Vallarta los escenarios que buscaban para "La noche de la iguana", filmada en la playa de Mismaloya, y para otro éxito de taquilla como fue la película "El depredador".
Los que llegaron a este típico pueblito mexicano como simples turistas, escapando del asedio periodístico, fueron Elizabeth Taylor y Marlon Brando, cuando la historia de amor que los unió estaba en su mejor momento.
En una callecita angosta y adoquinada compraron una casona de paredes rosadas. Después sobrevino el desamor y ninguno quiso alejarse de Vallarta. Entonces compraron la finca de enfrente y surgió la calma; nunca se entendió por qué construyeron un puente en forma de media luna que las unía. El lugar sigue siendo muy atractivo para muchos visitantes y uno de los sitios más fotografiados.
Musa inspiradora
En esta última década, cuando el auge de los artistas latinoamericanos fue evidente en todo el mundo, surgieron las obras de Manuel Lepe, pintor a quien se llama el padre del arte jaliscense.
Ese movimiento llevó a Puerto Vallarta a pintores, escultores, escritores y artesanos, tanto de otros estados mexicanos como de Alemania, Italia, Canadá, Estados Unidos y Jamaica.
Tal vez ninguno de ellos tenga el talento de Lepe, cuyas pinturas ya están en el podio de las subastas más famosas, pero sienten que Puerto Vallarta es una fuente de estímulo que no cesa. Un sitio donde el alma puede correr libremente.
La cercanía con las altas cumbres de la Sierra Madre, cubiertas de una vegetación exuberante, también hace lo suyo porque protegen a Vallarta de tormentas y genera una temperatura anual promedio que oscila entre 22 y 30 grados.
Sobre las costas de bahía de Banderas hay alrededor de unas quince playas; la más céntrica, y la preferida por los jóvenes, es la de los Muertos, donde el bullicio y la alegría no condicen con su lúgubre nombre. El buceo y la pesca son los deportes más practicados.
Y como toda ciudad marina, Vallarta tiene un malecón costero rodeado de comercios donde siempre conviene regatear los precios. Allí se compran las esculturas del caballito de mar, símbolo de la fidelidad y también de la ciudad. Una ciudad donde los mariachis le cantan al amor cuando sale la luna.
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Excursiones
Desde el centro de la ciudad parte el tour para recorrer las áreas comerciales, la catedral de Guadalupe, plaza principal, zona residencial de Conchas Chinas y playa Mismaloya.
El programa México Escondido es una interesante opción para conocer el norte de Puerto Vallarta, llegando al hermoso campo de Jalisco a bordo de autobuses con aire acondicionado. Se visitan las plantaciones, valles y antiguas comunidades. Los guías dan una explicación exacta de la flora y fauna del lugar, así como las culturas de los pueblos que integran el recorrido.
Por su parte, la propuesta Viaje a la Tierra del Tequila significa emprender una aventura que posibilita conocer los secretos de la agricultura de la región. Además se llega a la cercanía del volcán de Ceboruco para apreciar su lava. Durante el recorrido también se observan pirámides de tiempos precolombinos. Pero el gran atractivo de esta excursión es la posibilidad de apreciar cómo se hace el tequila, arribando a la famosa destilería Tequila Sauza.
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Salto al vacío
El salto del bungee, más que una aventura, es una actividad para los intrépidos y audaces. Este nuevo deporte consiste en tirarse al vacío atado por unas cuerdas elásticas de fibras de látex. El bungee se originó en Vanieatu, en el Pacífico Sur, y fue perfeccionado posteriormente en Nueva Zelanda. Hoy en día es un deporte muy popular en Inglaterra, Estados Unidos y ahora en Puerto Vallarta.
El bungee de Puerto Vallarta tiene una altura de 40 metros sobre el mar, con caída libre de 30 metros y 10 metros para frenar. Hay dos tipos de salto, el de "cuerpo completo" (para los que no están totalmente convencidos) con la cuerda atada alrededor del pecho y la cintura, que asegura que cuando termina el salto la persona queda sentada columpiándose sobre el mar. Supuestamente esta modalidad es menos impresionante que el otro salto, aunque de todas maneras se necesita mucha valentía. El salto original de bungee es el "harnest", en el que la cuerda va amarrada a los tobillos y finaliza con la cabeza del aventurero meciéndose sobre el mar.
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Snorkel y buceo
Desde Puerto Vallarta se puede navegar hasta Islas Marietas, una reserva ecológica que sirve de santuario a delfines, tortugas marinas y amigables mantas gigantes que embellecen la superficie del agua. Acompañados por expertos guías bilingües los viajeros exploran los caminos de arcos y las profundas cavernas que forman la arquitectura rocosa de las islas. Aquí también se puede practicar kayak, snorkel o buceo.
Deslizarse bajo los espectaculares paisajes sumergidos, volar entre miles de nubes de peces multicolores y ser testigo de la gracia de las mantas y los cantos de las ballenas son las atractivas posibilidades que ofrecen el buceo y el snorkel en las profundidades del Pacífico mexicano.
Los cursos de buceo se dictan en sitios resplandecientes en color y diversidad de vida marina, en aguas seguras y tranquilas. Luego del mismo se entrega un Padi, certificado autorizado del curso que requiere sólo cuatro días, y así se accede al maravilloso mundo de buceo.
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Cueva paradisíaca
Accesible sólo desde el mar, la solitaria cueva de Las Caletas parece alejada del mundo. Se encuentra a sólo a una hora de navegación en bote desde Puerto Vallarta. Ayudado por las laderas cubiertas de selva de las montañas de la Sierra Madre, el viajero se siente envuelto en un retiro tropical dentro de este paraíso que fue alguna vez el hogar privado del famoso cineasta John Huston, quien lo consideraba uno de los sitios más hermosos en el mundo.
Las aguas de esta solitaria cueva es ideal para una excursión en kayak. Bajo la superficie, las cuevas submarinas y los cercanos arrecifes naturales ofrecen uno de los más selectos lugares para la práctica del snorkel y el buceo, con una diversa formación de brillante vida marina.
En tierra, el renombrado botánico Charles Sacamano dispone de un sendero natural con marcadores que identifican la excepcional flora y fauna de Las Caletas, un sitio que se caracteriza por encantadoras playa salpicadas de palmeras de cocos.
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Agenda 2001
Puerto Vallarta será sede de una serie de encuentros especiales durante el año en curso.
* Mayo: Festival Cultural de Mayo, que incluye la realización de espectáculos de música antigua, clásica, jazz, boleros, trova, tango y rock.
* Junio: "Programa de preservación de la tortuga marina". Niños y adultos participan en la liberación de las tortugas recién nacidas, protegiéndolas en su primera carrera hacia el mar (hasta octubre).
* Agosto: Aniversario del ballet folclórico Xilitla.
* Noviembre: Festival Gourmet. Festival de las Artes y Temporada de Ballenas, con la llegada a la bahía de las Banderas de las ballenas jorobada, gris y Bryde, que pueden admirarse hasta marzo.
* Diciembre: Fiestas Guadalupanas, donde se realiza un culto a la Virgen de Guadalupe, con procesiones diarias a la iglesia amenizada con carros alegóricos, música y danzantes.
La Ciudad
