Fernando Toloza
La nueva película de Clint Eastwood corre al borde del ridículo. Es más, ese es su tema. Cuatro ancianos que en su juventud fueron astronautas, pero nunca salieron de la Tierra, reciben en su vejez una oportunidad de hacer el viaje que siempre soñaron. La historia comenzó en los años 50. En esa época los protagonistas eran jóvenes y experimentaban para tripular el primer vuelo espacial. Sin embargo, todo su entusiasmo y profesionalismo fue tirado a la basura por la naciente Nasa. La agencia estatal decidió que en vez de hombres iría un mono. El quiebre para los muchachos es imposible de superar y si bien cada uno hace de ahí en adelante su vida, la frustración es algo que nunca pudieron olvidar. La Nasa los despreció y les arruinó la carrera. Sin embargo, varias décadas después, la misma agencia necesita los servicios de esos hombres hoy más que veteranos. Hay que resolver un problema que amenaza al mundo y que, como tantas veces para Hollywood, fue generado por los rusos. Con la caída del comunismo la ex Unión Soviética dejó de mantener sus satélites. Uno de ellos, construido en los 50, está a punto de estallar y la Nasa quiere evitarlo. Hay una razón oculta y además la tecnología del satélite está perimida, por lo cual los técnicos actuales no saben cómo operarlo. Todo se conjuga para que los veteranos tengan su oportunidad. Aunque el entusiasmo los gane, ellos saben que la Nasa no da nada gratuitamente y, por tanto, deben cuidarse. Los nuevos astronautas los miran como bichos raros y se ríen de sus panzas y sus arrugas. Los cuatro viejos comandados por Eastwood sacan fuerza de su vergüenza y se animan a pasar todas las pruebas impuestas. Allí es donde la película más entretiene, porque Eastwood no quiso evitar todos los achaques de la vejez. No muestra superhéroes a los que los años no afectan. Pone ante la cámara a hombres mayores, que tuvieron durante toda su vida un duro entrenamiento físico y por ello pueden hacer frente a las pruebas. Son patéticos pero dignos, ese es el mensaje de la película de Eastwood, quien realizó un filme entretenido. Sin embargo, no hay que esperar que el director se acerque a las cimas de sus mejores películas. "Jinetes del espacio" es una historia de Hollywood que deja algunas posibilidades para la autenticidad que Eastwood sabe aprovechar, aunque no por eso el filme deja de ser esquemático y, por tanto, previsible. Cal: tres estrellas
| Eastwood otra vez en los roles de actor y director. | | Ampliar Foto | | |
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