Cochabamba, Bolivia. - Los productores de hoja de coca radicalizaron ayer el bloqueo de caminos que iniciaron dos días atrás para pedir la renuncia del presidente Hugo Banzer, pese a la advertencia del gobierno de que la protesta agravará la crisis económica. Por lo menos media docena de vehículos con los parabrisas rotos, choques entre cocaleros y soldados bolivianos, y el lanzamiento de gases que afectaron a niños y detenidos, es el saldo de los bloqueos de caminos ocurridos en la región tropical del Chapare, del central departamento de Cochabamba, denunció ayer un dirigente sindical.
Banzer, en tanto, acudió en las últimas horas a la asamblea anual de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica que se inició el jueves en Cochabamba, para pedir la ayuda de los prelados ante la escalada de protestas y los pedidos de dimisión que enfrenta.
Los cocaleros iniciaron el miércoles la ocupación de la vía que une a las ciudades bolivianas de Cochabamba y de Santa Cruz de la Sierra, en protesta por la no atención de las autoridades a sus demandas, cuando el 23 de abril arribaron a La Paz tras haber recorrido a pie 403 kilómetros desde la capital cochabambina. Los bloqueos de carreteras que realizan productores de coca del Chapare, antiguo centro del narcotráfico, es en protesta por la eliminación de plantaciones ilegales del arbusto en la zona sin la existencia de cultivos de reemplazo. En los últimos tres años, el gobierno de Banzer destruyó 38.000 hectáreas de coca en el Chapare.
Los enfrentamientos armados y con gases en la región afectaron también a los niños en las escuelas. Los maestros y padres de familia protestaron enérgicamente y algunos hasta se enfrentaron con los militares y policías. Las clases tuvieron que suspenderse temporalmente.
Agotamiento militar
Los cocaleros anticiparon que la técnica que emplean es la del "agotamiento militar", que consiste en que mientras las fuerzas combinadas despejan en un punto, los campesinos proceden al bloqueo en otro. Los cerca de 7.000 efectivos militares y policiales trasladados al Chapare desde Cochabamba y Santa Cruz, efectivamente daban muestras de agotamiento, pese a la soberbia con la que actuaron. El sindicalista también indicó que en los próximos días se plegarán a los bloqueos los regantes, fabriles y campesinos. Hasta ahora el gobierno no ha descartado que se utilice la fuerza más allá de la disuasión. Jefes militares aseguraron que los soldados utilizarán sus armas de reglamento en caso de ser emboscados. Centenares de efectivos militares con asiento en Santa Cruz (este) ingresaron el jueves al Chapare.
Entretanto, la Central Obrera Boliviana (COB) que aglutina a casi todos los trabajadores del país, determinó suspender las negociaciones que venía sosteniendo con el gobierno y convocó para una huelga general para el martes, día en que los campesinos bloquearán caminos del altiplano. Asimismo, alrededor de 300 pensionados iniciaron una huelga de hambre en reclamo de promesas incumplidas del gobierno para mejorar el sistema previsional.
La Ciudad
