El pedido que realizó el volante Román Riquelme -quien se recupera de un esguince en el tobillo derecho- de jugar mañana el clásico ante Independiente, provocó dudas en el técnico Carlos Bianchi, quien prefirió esperar hasta último momento para definir la formación del equipo. Si no juega el futbolista transferido al Barcelona en 22 millones de dólares, Bianchi tiene en carpeta el nombre de César La Paglia, quien anduvo muy bien en los entrenamientos. Riquelme sufrió una lesión el domingo pasado, en el partido que Boca le ganó a Rosario Central, cuando Diego Erroz le aplicó un violento puntapié que le provocó una gran inflamación de la zona afectada. Durante la semana, Riquelme solo realizó ejercicios de fisiokinesioterapia, y ayer, durante el entrenamiento efectuado en el complejo de Casa Amarilla, trabajó con el kinesiólogo Rubén Araguas. En la práctica del jueves, según trascendió, Riquelme le pidió al entrenador jugar el domingo, pero Bianchi al ser consultado ayer en conferencia de prensa, relativizó la versión y dijo que se había enterado "por los diarios" del pedido del futbolista. "Vamos a ver mañana (por hoy) cómo se encuentra (de la lesión), pero si no está ciento por ciento, no va a jugar. A él le molestaba la zona afectada", comentó Bianchi. En el arco, continuará Roberto Abbondancieri, mientras que en la defensa, además de la vuelta de Jorge Bermúdez -cumplió la fecha que le faltaba por la expulsión ante Racing-, se produciría el ingreso de Facundo Imboden en lugar de Clemente Rodríguez, que será reservado para jugar el miércoles próximo ante el Deportivo Cali, en Colombia, por la Copa. La deserción obligada de Riquelme posibilitaría el ingreso de César La Paglia y Walter Gaitán, quienes reemplazarán a Román y al santiagueño Omar Pérez, habitual titular que tendrá descanso. El equipo para mañana sería el siguiente; Abbondancieri, Ibarra, Bermúdez, Matellán e Imboden; Traverso, Serna, Gaitán, La Paglia; Guillermo Barros Schelotto -Delgado llegó al límite de cinco amonestaciones- y Herrera.
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