-¿De qué se trata "Papi"?
-Es un grotesco y representa el humor del grotesco argentino. Se estrenó en Mar del Plata a fines del 83, luego pasó por Buenos Aires, Bogotá, Barranquilla, La Habana, Nueva York donde anduvo muy bien.
-¿Cuál es su argumento?
-El personaje central es Nacho Mercado, Papi, un típico chanta que se dice profesor de teatro y explota sexualmente a su alumna Tatiana. Esta chica ya bailaba en bolas en un teatrito, él la saca de allí y la hace trabajar de prostituta. El tipo logra un dinerillo para vivir él, su mujer, su hijo y su suegro. Es una obra muy graciosa y toca temas muy actuales.
-¿Y cuál es la gracia?
-Es una gracia un poco especial. Yo vengo de hacer comedia donde el humor es más liviano. Aquí el texto da para que la gente se ría, pero al final la pieza tiene un toque dramático. Por ejemplo, Papi puede ser un personaje risueño aunque el público puede llegar a odiarlo.
-¿Es una particularidad de la obra de Carlos Gorostiza tratar con risa nuestras miserias?
-Esta pieza tiene el sello de Gorostiza. Creo además que nosotros estamos un poco acostumbrados a reirnos del dolor de los demás.
-¿Qué expectativas tenías cuando fuiste convocado para hacer la obra?
-Esta vez fue al revés. Hace 25 años que hago teatro y siempre hice los trabajos que me ofrecieron. A esta pieza la quería hacer desde hace mucho tiempo. La leía y la leía y no encontraba quien se decidiera a dirigirla. El año pasado al terminar la temporada de "Qué nos sucede vida", le dije a Christian Valci, el director: "El año que viene sí o sí hago «Papi», ¿la querés dirigir?" Y ahí quedamos enganchados. Además para mí es un gran desafío porque yo siempre hice comedia.
-Existe un sesgo costumbrista repetida en este tipo de puestas, ¿aquí sucede lo mismo?
-Para nada. Este es un clásico del teatro nacional y es una puesta dignísima de ver. Contamos con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y creo que será uno de los mejores trabajos de esta temporada. No digo un éxito, porque estamos lejos de hablar de éxito debido al duro momento que vive el teatro independiente. Estoy seguro que se va a hablar muy bien de la obra.
-¿Quienes te acompañan en "Papi"?
-Mis compañeros son Doris García como la prostituta, Pipo Fernández como el representante y Cristián Moyano como el jugador, todos bajo la dirección de Christian Valci.
-¿Por qué Carlos García eligió el humor para expresarse artísticamente?
-No busqué esa veta directamente. Una vez hice un homenaje a Julio Cortázar en el Astengo y yo decía: "De pibes las llamábamos las vederas". Era una cosa seria y la gente se reía. Ahí le dije a Pepe Costa que nos dirigía: "Las cosas serias no son para mí". A mí me encanta ver en el público una sonrisa, ese para mí es el mayor logro como actor, que la gente la pase bien. Y no sé hacerlo de otra manera que haciendo humor.
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El actor dijo que la obra mezcla humor y dramatismo. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
