El mercado financiero bursátil y financiero, tanto en el marco externo como local, seguirá muy de cerca la actitud que adopten las autoridades económicas para buscar ganarse su confianza nuevamente. Desde el sector bancario oficial se prevé que la apertura de la plaza se realizará en calma y lejos de lo ocurrido en las últimas jornadas. "Sí, la semana va a abrir más tranquila. Creo que hubo muchas malas interpretaciones respecto a cuestiones que fueron planteadas de manera novedosa" por parte del área económica, explicó ayer el presidente del Banco Nación, Enrique Olivera. Una postura similar fue expresada durante esta jornada por uno de los más próximos a Domingo Cavallo, el secretario de Legal y Administrativa del Ministerio de Economía, Alfredo Castañón. El funcionario aseguró: "Tengo la certeza" de que los mercados van a abrir la semana con mayor tranquilidad y destacó como positivo que pese a que "el jueves y el viernes, los mercados estuvieron muy erráticos, la gente común mostró una actitud mejor que en otras ocasiones". Castañón aseguró además que en los últimos días, los operadores financieros "se vieron influidos por algunos artículos internacionales equivocados que generan una especie de desconfianza generalizada que a partir de mañana va a ir desapareciendo". Los mercados también seguirán de cerca lo que suceda con el riesgo país que trepó por encima de los mil puntos ante la desconfianza que se fue creando en los últimos días de cara a la situación que registe las cuentas públicas y los rumores que recorrieron por la city porteña y las mesas de trabajo de los brokers en el exterior. No menos presión meten al mercado las diferencias que demuestran tener Cavallo y Pedro Pou, y las críticas que el ministro de Economía le propinó a los operadores por la actitud que estos tuvieron para con sus anuncios en pro de la inclusión del euro en la convertibilidad. La apertura de las operaciones bursátiles hace una semana atrás no fue benévola: el riesgo país trepó hasta un nivel cercano a los 900 puntos básicos y las principales acciones locales cayeron un 2,6 por ciento. Tras una ajetreada semana para Cavallo, debido a que tuvo que explicar su plan ante inversores y funcionarios brasileños, y posteriormente en Londres, la tendencia que mostraron los mercados se agravó como consecuencias de las versiones sobre una posible reestructuración de la deuda argentina. Esto dejó como saldo un profundo mal humor en la plaza financiera donde pegó con fuerza el ruido político generado por el gobierno, los rumores de cesación de pagos y la controversia entre el Central y Economía. Todo esto hizo que el viernes pasado, el riesgo país subiera casi 250 puntos (instalándose en los 1046 puntos) y que las acciones de la Bolsa local se desplomaran un 6,25 por ciento. Si bien no afectó de lleno al mercado, no fue menor el impacto que tuvieron las declaraciones del ex presidente Carlos Menem al recomendar la compra de dólares ante una próxima devaluación del peso.
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