Cumbre. El presidente reclamó que no haya exclusiones en las negociaciones

De la Rúa pidió equilibrio pero evitó críticas al proteccionismo

A último momento, el jefe de Estado eliminó del discurso toda referencia a la necesidad de sacar barreras comerciales

Silvina Alonso

Quebec, Canadá (enviada especial).- El presidente Fernando De la Rúa aseguró ayer que la integración comercial hemisférica debe contemplar "los intereses disímiles" de los 34 países participantes y debe "mejorar el nivel de vida de los pueblos" del continente. "Un acuerdo beneficioso para todos requiere de un cuidadoso equilibrio de intereses y de un compromiso general que permita incluir, sin distinciones de ningún tipo, todos los temas que integran la agenda de negociaciones", enfatizó De la Rúa.
Sin embargo, el primer mandatario evitó mencionar explícitamente en su discurso la política de subsidios agrícolas y barreras al comercio que aplica especialmente Estados Unidos y que representa el mayor escollo para el ingreso de productos argentinos a dicho mercado.
De la Rúa decidió eliminar a último momento del borrador de su discurso la consideración de que la zona de comercio continental serviría para "eliminar progresivamente" las barreras al comercio y la inversión.
El primer mandatario fue el primer orador de la sesión plenaria sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (Alca) que cerró las deliberaciones de la Tercera Cumbre de las Américas, que se realizó desde el viernes en la ciudad canadiense de Quebec.
En su discurso, De la Rúa subrayó "la integración regional constituye una de las principales prioridades de política exterior de la República Argentina" por entender que "no sólo fortalece las economías sino también más inversiones, más mercado y más recursos para atender las crecientes necesidades sociales para una vida digna".
También resaltó la activa colaboración del Mercosur en las negociaciones para la creación del Alca y enfatizó que "tenemos la convicción de que nuestro esfuerzo subregional es una experiencia de aprendizaje integracionista de indudable valor, al igual que otras muy importantes que existen en el continente".
Tras resaltar el trabajo realizado en los 36 meses de negociaciones, 18 de los cuales bajo la presidencia argentina, De la Rúa reconoció que el camino para lograr el Alca "no está libre de dificultades". El presidente remarcó la importancia de que haya un "equilibrio de intereses" y también que se tenga en cuenta el aporte de todos los sectores sociales porque "son los destinatarios directos de la integración regional".
Destacó que "los gobiernos estamos comprometidos con la transparencia" y enfatizó la necesidad de mantener informada a la sociedad sobre los avances de las negociaciones, al considerar que "hay que explicar y hacer docencia para que se comprenda que es positivo".
Los opositores al Alca y a la globalización en general protagonizaron fuertes incidentes en Quebec, en el marco de la tercera Cumbre de las Américas.
El mandatario resaltó la "voluntad política" de avanzar en la integración y destacó que "instamos a nuestros ministros a seguir trabajando con el propósito de arribar al acuerdo Alca en enero del 2005".
"Estamos convencidos de que el desarrollo de esta integración es una oportunidad de los países del hemisferio no podemos desaprovecharla", subrayó.

De la Rúa dijo que en la próxima Cumbre en Argentina no se necesitarán vallas.