| | cartas El flagelo de la pobreza
| Estos días, al igual que el año anterior, un programa concita la atención de muchos miles de televidentes: se trata de la supervivencia durante dos meses de un grupo de hombres y mujeres de islas caribeñas, en condiciones sumamente adversas. La meta final para el ganador es un suculento premio de un millón de dólares. Las ambiciones personales sacan a relucir las grandezas y las miserias de los seres humanos. Resulta una ironía pensar en los millones de seres que sobreviven en todo el mundo aguantando las inclemencias del tiempo, careciendo de alimentos adecuados, usando viviendas precarias y sin la atención médica debida. Sin embargo, no llegan a conmover a sus gobernantes ni al resto de la sociedad. Por lo tanto sufrirán toda su vida (no sólo dos meses), no recibirán nunca un premio ni se convertirán en personajes de la TV como sucedió con algunos participantes del año anterior. La diferencia es categórica: la televisión es un negocio y la pobreza es un flagelo. Cayetano Teodoro Bello
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