 |  | Piden 14 años de cárcel para el acusado de un crimen Jorge Saladino estuvo preso por el secuestro de José Díaz Franco. Ahora le imputan un asesinato
 | Catorce años de prisión o la libertad inmediata. El próximo martes, cuando lean su sentencia, Jorge Enrique Saladino sabrá por cuál de las dos opciones se inclinó la Justicia. Para el fiscal es culpable y merece la condena, mientras que para la defensa es inocente y corresponde que lo absuelvan. El caso debe ser resuelto por un tribunal oral que lo está juzgando por un homicidio que ocurrió en el verano de 1999. Saladino, en su momento, estuvo preso por el secuestro del empresario rosarino José Ricardo Díaz Franco, aunque fue liberado por falta de mérito. Ahora lo acusan de haber asesinado a Marcelo Belotti con un disparo a quemarropa. El crimen ocurrió en la esquina de Humberto Primo y Felipe Moré, entre las 20.30 y las 22 del 17 de febrero de 1999. Belotti tomaba cerveza con unos amigos cuando de un auto se bajaron dos personas. Las dos iban armadas, aunque sólo una de ellas disparó contra la víctima desde corta distancia. El hombre señalado por el fiscal Danilo Imhoff es Saladino. La acusación se basa en la declaración de cuatro testigos presenciales que sindican a Saladino como el autor del disparo. Pero la defensa, que ejerce la abogada Mercedes Guevara, no está de acuerdo: para ella, el que gatilló es una persona que estaba con Saladino. Ese hombre, identificado como David Margarone, escapó y hasta hoy está prófugo. Ayer, en los alegatos del juicio contra Saladino -que a pedido del propio acusado se hizo en forma oral y pública- el fiscal defendió la legitimidad de los testigos, cuatro muchachos amigos de la víctima que tomaban cerveza con él cuando lo mataron. Imhoff resaltó que todos dieron una versión coincidente de los hechos, y que señalaron a Saladino como el homicida. Además, recordó que al menos dos de ellos reconocieron a Saladino en rueda de personas. Por eso pidió al tribunal integrado por Juvencio Mestres, Ramón Ríos y Humberto Giménez que lo condene a la pena de 14 años de prisión. La abogada defensora dijo que las pruebas del fiscal son débiles porque se basan en los testigos, a los que además descalificó por haber tomado cerveza la noche del hecho. También sostuvo que nunca se tuvo en cuenta los resultados de la autopsia, que a su juicio demuestran que el autor del disparo no fue Saladino sino su acompañante. "Mi cliente es inocente y debe ser absuelto", disparó ante el tribunal que debe dictar el fallo. Guevara no apeló a eufemismos para señalar a quien considera el verdadero homicida. "Fue Margarone y por eso todavía hoy se esconde de la Justicia", bramó.
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