Gaza. - El líder palestino, Yasser Arafat, ordenó ayer no disparar contra territorio israelí o colonias judías, en tanto el minigabinete de seguridad israelí otorgó poderes especiales al primer ministro, Ariel Sharon, y a las carteras de Defensa y Asuntos Exteriores para entrar en áreas autónomas "si lo consideran necesario". La orden de Arafat siguió a otra jornada de enfrentamientos, en la cual los palestinos dispararon proyectiles de mortero contra un asentamiento judío en Gaza y un centro agrícola en Israel, que respondió con un intenso cañoneo de tanques.
Asimismo, una explosión estremeció ayer el cuartel de la guardia pretoriana del líder palestino Yasser Arafat, conocida como Fuerza 17, dejando levemente heridos a tres oficiales, informaron testigos. Se ignora la causa del estallido. Awad Jader, un testigo, dijo que la explosión se dio dentro del edificio de dos pisos y los daños parecen confirmarlo. El techo del edificio quedó destruido parcialmente y yacían escombros en la calle y un estacionamiento adyacente. Un oficial palestino de seguridad, quien no se identificó, dijo que el edificio fue atacado por un helicóptero israelí, pero otros oficiales no concordaron.
Arafat "dio la orden a los responsables de las diferentes ramas de la seguridad palestina de abstenerse de disparar contra el territorio israelí y las colonias judías desde el interior del territorio palestino de Gaza", indicaron responsables palestinos. Por otro lado, el diario israelí Haaretz informó, en su edición electrónica, sobre la decisión adoptada por el minigabinete de seguridad. La reunión fue convocada por Sharon para disipar las críticas de sus ministros por no ser consultados sobre la invasión de territorios palestinos en Gaza en la noche del lunes al martes, operación que recibió una rotunda condena internacional, principalmente de su aliado estadounidense.
Lista de represalias
Después de escuchar un resumen de la situación por altos mandos, el ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, presentó una lista con las operaciones que "sugería el ejército" y de la cual fueron seleccionadas las próximas represalias contra los palestinos. Estas operaciones incluyen la entrada de tropas israelíes en zonas controladas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) si se considera necesario para impedir el lanzamiento de morteros por parte de los palestinos.
El ejército israelí invadió el lunes diversas zonas de la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de proyectiles de mortero contra objetivos civiles dentro de Israel, pero se retiró el martes después de recibir presiones estadounidenses. El ministro de Transporte, Efraim Sneh, afirmó durante la reunión que "sin la iniciativa de Israel en el campo de batalla, la situación se hará insostenible". Por su parte, el ministro del Interior, el ortodoxo Eli Yshai, señaló que Israel no puede quedarse "de brazos cruzados" ante los continuos ataques palestinos, pero aseguró que "no hay ninguna intención de atentar contra la vida del presidente de la ANP". Yshai agregó que el ejército "sólo atacará a aquellos palestinos que están involucrados en actos de terrorismo contra Israel".
Las declaraciones de Sneh y Yshai al diario israelí se contradicen con el documento de silencio que Sharon hizo firmar a todos los ministros del minigabinete de seguridad antes de revelarles los objetivos que atacará Israel si continúan los ataques palestinos con morteros. La reunión del minigabinete, que se repetirá el domingo, seguía a una nueva jornada de violencia en Cisjordania y Gaza, donde los palestinos lanzaron al menos 10 obuses de morteros contra varios asentamientos judíos en Gaza y a un kibutz en Israel. El ejército israelí respondió a estos ataques con el bombardeo de una posición de la policía palestina en la localidad de Bet Hanún, en el norte de Gaza, que sigue dividida por los efectivos hebreos en tres sectores incomunicados, y con el aparente intento de asesinato de un militante del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), Jalil Al Saqani, de 25 años.
Por otro lado, los servicios secretos israelíes descubrieron una célula de la organización palestina Al Fatah, que preside Arafat, en el distrito cisjordano de Belén, cuyos miembros están implicados en ataques contra soldados y colonos judíos, informaron fuentes israelíes.
La Casa Blanca mostró su preocupación por la desenfrenada ola de violencia entre palestinos e israelíes y, según fuentes diplomáticas de Israel, el presidente estadounidense, George W. Bush, estudia la posibilidad de nombrar un enviado especial para Medio Oriente. Ese cargo, que hasta enero pasado fue ocupado por Dennis Ross, quedó vacante porque la nueva administración se negó a intervenir en Medio Oriente con la misma intensidad que lo hizo el ex presidente Bill Clinton.