Tarjeta de un peso, el regreso. Si algo faltaba para provocar la confusión total arriba del colectivo era la vuelta de las viejas tarjetas magnéticas grises de un peso, que circularon hasta noviembre del 97 cuando el pasaje costaba 50 centavos. Sí, esos cartones que al parecer habían sido olvidados en algún cajón del Banco Municipal aparecieron ayer a la venta en la mayoría de los quioscos. La respuesta del titular del banco, Daniel Pavicich, era previsible: "Como tras el aumento del boleto a 0,65 no hay ninguna tarjeta exacta, las pusimos en circulación para que sea otra alternativa". Pero los pasajeros ahora están más desorientados: "Esto es un desastre, falta que vuelva el guarda y estamos listos", se le escuchó decir a un fiel usuario del transporte urbano de pasajeros.
Cinco centavos de una, 60 de la otra: a la hora de pagar el pasaje del colectivo vale todo, hasta las tarjetas de un peso. El regreso del viejo cartón fue descubierto por La Capital en el quiosco de Zeballos y Avellaneda. "Cuando esta mañana (por ayer) me llegó el pedido de las tarjetas magnéticas me di cuenta que en la factura decía un monto menor del que pago habitualmente", contó Graciela, dueña del salón de ventas, quien continuó: "Al abrir el sobre, que viene sellado, encuentro los cartones de un peso".
"Estas tarjetas quedaron de cuando el pasaje costaba 50 centavos, y como ninguna de las actuales es precisa en cuanto al saldo, las pusimos a la venta", explicó Pavicich, quien inmediatamente aclaró: "Tenemos cartones de 1,20 peso para dos meses más, pero queremos que la gente tenga otra alternativa. Para los estudiantes que tienen medio boleto son cómodas porque haciendo tres viajes les queda muy poco excedente de saldo".
Las justificaciones del titular del Banco Municipal no coinciden con las declaraciones del empleado del quiosco de Corrientes entre Santa Fe y Córdoba. "Vinieron hoy (por ayer) y me dijeron que sólo iban a traer de un peso, además de las de 3. Tuve que decir que sí porque el cliente va a aceptar cualquiera", se resignó.
Se confirmaron las sospechas
Lo que podría haberse interpretado como una mera equivocación se confirmó en el tercer quiosco que consultó este diario. En este caso fue el de Corrientes entre Córdoba y Rioja, pero la situación es la misma en la mayoría de los comercios que venden tarjetas. "Recién terminamos de explicarle a la gente cómo tiene que hacer para pagar el boleto a 0,65 con la tarjeta magnética de 1,20 y ahora regresaron las de 1. Esto es un caos", se indignó Guillermo, dueño del salón de ventas.
Los puestos expendedores de tarjetas del Banco Municipal, ubicados en distintos puntos de la ciudad, hasta ayer no tenían a la venta estos viejos cartones, a pesar de que curiosamente muchos usuarios fueron con intenciones de comprar el resurgido pasaje. "Ya vinieron varios preguntando por esta tarjeta, pero nosotros no las vendemos", aclaró la vendedora del stand de Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos.
Si el colectivo se convierte diariamente en un hervidero de quejas como consecuencia del sistema actual de pago, la tarjeta de un peso llegó para enloquecer a más de uno. Ya el lunes pasado, primer día hábil con el boleto a 0,65, los pasajeros se encontraron desconcertados; ahora que reapareció la tarjeta de color gris es una total confusión.
"El cliente tiene miedo que sean falsas, que las máquinas canceladoras no las acepten, que sean viejas", enumeró Graciela, del quiosco de Zeballos y Avellaneda, con una expresión acorde a los cientos de veces que tuvo que explicarle a la gente que "las tarjetas de un peso las mandó el Banco Municipal, al igual que lo hace con las demás (de 1,20 y 3 pesos)".
Dicen que no hay que preocuparse
"No hay que preocuparse, no existen inconvenientes", aclaró Pavicich, dispuesto a tranquilizar a los alborotados pasajeros. Y se explayó: "Cuando vengan las de 1,30 peso no se van a seguir entregando, salvo a aquellos comerciantes que la soliciten especialmente".
Pero los aires de paz no se perciben en la calle: "Es una falta de respeto, se deben haber quedado sin las de 1,20 y sacaron estas de la galera", dijo exaltado Pablo, al tiempo que compraba un par de cartones en el quiosco de Córdoba entre Maipú y San Martín. Mariana, ya acostumbrada a las sorpresas, expresó: "Y bueno. Al final es lo mismo porque ninguna sirve para nada".
El próximo martes otro color de tarjeta se sumará a las actuales: la de 1,30 peso, aunque las demás podrán ser usadas simultáneamente "sin problemas", opinó el funcionario. Pero, tomando la situación con una pisca de optimismo, el regreso de la tarjeta de un peso podrá beneficiar a los distraídos que se quedaron con uno de esos viejos cartones en la billetera. Habrá que aprovechar estos días para agotar el saldo.