Domingo Celsi
A pesar de que sólo tiene 26 años, Cristián Jeandet es un trotamundos del fútbol. El delantero se inició en las inferiores de Newell's Old Boys y posteriormente pasó por Patronato de Paraná, Lanús, Fidelis Andria y Casertana, ambos de Italia, Lugano de Suiza, Palestino de Chile y Sartid de Yugoslavia, antes de incorporarse esta temporada a Central Córdoba, donde durante este torneo se convirtió en uno de los pilares del equipo que consiguió la clasificación para el reducido por un lugar en primera división. Con la tranquilidad que otorga el deber cumplido y disfrutando de este pasaje a la ronda del ascenso, Jeandet analizó junto a Ovacion la experiencia que le tocó vivir en su regreso al fútbol argentino. -¿Pesa jugar todo el año tratando de evitar el descenso? -Realmente es una carga muy pesada, pero cuando yo acepté jugar en Central Córdoba sabía que ese era el objetivo para esta temporada, así que después ya no te podés arrepentir. Cuando me llegó el ofrecimiento yo había venido de vacaciones, pero con ganas de quedarme. Pero se presentó un inconveniente familiar que terminó haciéndome decidir para aceptarlo. Por suerte las cosas salieron muy bien y el balance es positivo, así que estoy muy feliz de haber aceptado este desafío. -¿Alguna vez pensaron que podían llegar hasta acá? -Cuando comenzó el campeonato peleamos los primeros puestos, pero después vino una racha de derrotas que nos terminó complicando y que hizo que anímicamente nos cayéramos un poco. A partir de allí casi no pensamos en la posibilidad de jugar el reducido. Nosotros teníamos plena confianza en que podíamos asegurar el lugar en Primera B Nacional, porque el plantel siempre dejó todo para sumar los puntos que necesitábamos. Más allá de que en algún momento los resultados no se daban, nosotros nunca perdimos la fe y aunque tuvimos que esperar hasta la última fecha para festejar, íntimamente creíamos que era posible alcanzar el objetivo. -Parece que les vino muy bien el trabajo de pretemporada. -Quizás ese fue uno de los puntos más importantes para la evolución del equipo. El hecho de estar tanto tiempo juntos ayudó para consolidar al plantel y además fue fundamental para encarar la última parte del torneo en las mejores condiciones. Sirvió mucho en lo anímico y además fue el cambio de aire que necesitábamos para afrontar la ronda decisiva. -¿Es difícil jugar un torneo como este? -Yo hacía mucho tiempo que no estaba en Argentina y además los primeros partidos no los pude jugar porque no llegaba el transfer, pero cuando me llegó el momento de entrar me di cuenta de que era complicado. Es un torneo con posibilidades tanto en la parte de arriba como en la de abajo de la tabla y eso sin dudas hace que nadie te regale nada y que hasta la última fecha la mayoría de los equipos jueguen por algo. -¿Cómo están para enfrentar a los cordobeses? -Ahora queremos seguir creciendo. Sabemos que no va a ser fácil y además ellos tienen la ventaja de haber terminado mejor en la tabla, pero nosotros vamos a seguir jugando con la misma seriedad con que lo hicimos para salvarnos del descenso y haciendo lo imposible para avanzar a la próxima fase.
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