 |  | Un conductor se prendió fuego cuando quisieron identificarlo Iba en un auto cuya patente pertenece a otro vehículo y resistió un operativo policial. Anoche agonizaba
 | Lo que se inició como un presunto accidente automovilístico tuvo un trágico e inesperado desenlace cuando el conductor de un viejo vehículo con pedido de captura se resistió a ser identificado por la policía y se quemó a lo bonzo delante de los agentes y de un grupo de vecinos de la zona oeste de la ciudad. El automovilista, de 29 años, debió ser internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez con graves quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo y anoche su estado era sumamente grave. Todo se inició poco antes de la medianoche del miércoles en la esquina de Acevedo y pasaje Franklin, a unos 700 metros al norte de Eva Perón al 8600. Por Acevedo hacia el sur circulaba Juan Rivero a bordo de un viejo Opel K180, patente S638909, que por causas que aún no fueron establecidas realizó una mala maniobra y cayó de trompa a una zanja. Entonces, un grupo de vecinos que escuchó el impacto salió a la calle para ayudarlo. Entre ellos estaba el pastor a cargo de la Misión Evangelística Argentina Pentecostal cuyo templo se levanta en esa esquina. "Vi que el hombre estaba dentro del auto, inmóvil y me acerqué para ofrecerle ayuda. Salió del vehículo y se quejó de los dolores que tenía en la espalda a raíz del accidente", dijo el pastor. Tras ello, los vecinos que se habían agolpado en el lugar empezaron a mover el auto para sacarlo del zanjón en el que había caído y el pastor reconoció que "el hombre hablaba en voz baja, como maldiciendo. Le ofrecimos llamar una ambulancia pero no quiso y en ese momento, de casualidad, pasó un patrullero del Comando Radioeléctrico". Cuando los policías se acercaron al accidentado para colaborar, el hombre se introdujo dentro del viejo Opel, tomó un bidón con nafta, se roció la ropa y tiró combustible en el piso del auto. "Los policías le hablaron muy bien, le ofrecieron llevarlo a un sanatorio y el hombre se negó. Después empezó a encolerizarse, a gritar que nadie le iba a quitar el auto y agarró un encendedor", recordó el pastor que por entonces ya suponía que "podía pasar lo peor". "Enseguida el hombre prendió el combustible y salió del auto corriendo hecho una bola de fuego. Corrió unos 10 metros y se tiró dentro de la zanja" que hay frente al templo. "Allí tratamos de apagarle las llamas mientras los policías llamaron al Sies y una ambulancia se lo llevó al hospital" sostuvo el pastor. En tanto, fuentes policiales confirmaron que la patente que tenía el auto consumido por las llamas no tenía pedido de captura aunque la patente que exhibía correspondía a otro vehículo. "Quizás sea un auto robado y por ello Rivero tomó la drástica determinación cuando los policías le pidieron su identidad y los papeles del vehículo", confió una fuente policial. Anoche, voceros del Heca explicaron que Rivero tiene quemaduras de primer y segundo grado en el 70 por ciento del cuerpo además de daños internos por la inhalación de monóxido de carbono, lo que estableció un cuadro de extrema gravedad que obligó a asistirlo con un respirador artificial.
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