| | Un encuentro para no olvidar los horrores del genocidio nazi Sobrevivientes de los campos de exterminio hablan en el Bernardino Rivadavia
| Gabriela Zinna
"Que nadie vuelva a padecer todo el horror que tuvieron que vivir millones y millones de personas durante tantos años en que imperó el terror implantado por el nazismo". El deseo partió de manera incontenible de la boca de Tatiana, una adolescente de 16 años que cursa el 4º año en el Superior de Comercio. La idea fue avalada por sus compañeras Georgina y Luciana, quienes no logran entender que alguien pueda dudar del relato de los sobrevivientes de los campos de exterminio nazi. Las tres chicas tuvieron un motivo para asistir al Centro Cultural Bernardino Rivadavia: las jornadas sobre el 58º aniversario del levantamiento del Gueto de Varsovia que realiza la filial Rosario de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), que finalizarán mañana. Allí se exhiben muestras escultóricas y fotográficas, además de organizarse charlas de sobrevivientes del Holocausto con estudiantes secundarios. Durante cuatro días unos dos mil alumnos del polimodal de distintas escuelas públicas, privadas, laicas y confesionales de Rosario, concurrirán a la sala "E" del Bernardino Rivadavia. La Daia local montó una muestra de fotografías en las que se refleja la vida y los padecimientos de la población judía durante los tiempos del nazismo. También se exhiben imágenes actuales de los antiguos campos de concentración de Auschwitz, Birkenau y Treblinka, en Polonia. A eso se suma la exposición de los trabajos de la escultora Eugenia Bekeris, cuya muestra se denomina "El Secreto/Testigos", con que la autora homenajeó a sus familiares desaparecidos durante la Shoa (Holocausto). Pero los estudiantes quedan sumamente impactados al escuchar la historia del horror implantado por el nazismo de boca de los propios sobrevivientes. "Nunca pensé que iba a poder conocer a una persona que hubiese pasado por un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial", afirmó Florencia, una de las estudiantes del colegio Madre Cabrini. Para Estefanía la historia que contó Frida Levi -quien junto a su familia logró huir de las garras asesinas de las SS- no es extraña, ya que el hermano de su bisabuelo desapareció tras haber sido llevado a un campo de concentración. Luego de que Frida relatara su historia, las chicas de Madre Cabrini se animaron y le preguntaron: "¿Cómo vivió los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la Amia?". La mujer, nacida en Amsterdam (Holanda) en 1932, no pudo transmitir todo lo que sintió aquellos días. "Es difícil explicar esto con palabras", aclaró visiblemente emocionada. Graciela Jinich, coordinadora en Argentina de la Shoa Foundation, creada y dirigida por el cineasta Steven Spielberg, apuntó que después de ocurridos los atentados en Buenos Aires "se produjo una convulsión entre los sobrevivientes del Holocausto", porque revivieron los horrores de los bombardeos en Europa y en general tuvieron la necesidad de contar sus historias. El equipo de trabajo conducido por Jinich recogió en Argentina unos mil testimonios de sobrevivientes, muchos de los cuales forman parte del filme "Algunos que vivieron", realizado conjuntamente entre Spielberg y Luis Puenzo. Una de las historias incluidas en esa película, pronta a estrenarse en televisión, es la de Jack Fuchs, otro de los sobrevivientes que dialogó con los estudiantes. El polaco de 77 años, nacido en Lodz, narró su vida antes de la llegada de Hitler al poder en Alemania, su paso por Auschwitz y el traslado a los campos alemanes donde fue explotado por los nazis. "¿Qué piensa cuando ve películas sobre el Holocausto, como «La lista de Schindler» o «La vida es bella»?, preguntó uno de los jóvenes. Con su castellano particular, Fuchs explicó que muchas veces siente como que lo revelado en el filme le ocurriera a otras personas. Pero en otros casos la situación se torna vívida. "Mi hija me había prohibido ir a ver «La lista de Schindler». No obstante, fui y cuando se mostró la escena de una razzia, tuve que salir del cine, porque tuve miedo de que los nazis me llevaran a mí también", rememoró el hombre que durante 40 años no pudo contar su historia ni siquiera a su familia, y que ahora relata los horrores padecidos durante la época más negra de la humanidad. "Me gustaría que mi pasado no sea el futuro de ustedes", concluyó el hombre que en el Holocausto debió luchar día a día por sobrevivir en medio del hambre, el frío, la explotación y el genocidio nazis.
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