| | La ONU decide hoy en Ginebra si impulsa una resolución contra Cuba Argentina insistiría con su voto condenatorio al gobierno de Fidel Castro El tema de los derechos humanos en la isla estará en debate sólo si la posición de EEUU es mayoritaria
| Mientras la comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas analiza en Suiza si impulsa o no una resolución sobre el caso Cuba, el gobierno argentino habría decidido que, de aprobarse la votación, optaría nuevamente por la condena a la administración de Fidel Castro, a pesar de la oposición de la Alianza, que prefiere la abstención. Para evitar que se intensifique la polémica, el Ejecutivo mantiene reserva sobre el tema, pero sigue con atención el desarrollo de las reuniones en Ginebra ante la posibilidad de que los países que impulsan la condena a Cuba por su política de derechos humanos decidan -ante un eventual revés en la votación- retirar la moción y no se llegue hoy a la instancia de votar. Esto sería así ya que en esta oportunidad es muy probable que se alcance el número de votos para aprobar la resolución de censura como ocurrió el año pasado, cuando 21 países, entre ellos la Argentina, condenaron a Cuba. Cuando aún no está definido lo que ocurrirá en Suiza, el embajador cubano en Buenos Aires, Alejandro González Galiano, pidió al gobierno de Fernando de la Rúa que "no haya un voto trucho" (en referencia a la decisión condenatoria del año pasado) y que se interpreten "los sentimientos mayoritarios del pueblo" argentino, que supone rechaza la sanción contra la isla. El diplomático aseguró que "en Cuba no se violan los derechos humanos" y denunció que "lo de Ginebra no es una genuina preocupación" por este tema, "si no un cuestionamiento al sistema político, económico y social de los cubanos". Por su parte, el ex ministro del Interior Federico Storani (UCR), advirtió que como todo parece indicar, si Argentina vota en Ginebra condenando a Cuba por la situación de los derechos humanos, no lo hará desde una postura "principista, sino más bien desde una posición de condena política oportunista". La controversia entre la Alianza y el gobierno quedó instalada el año pasado, cuando Argentina se encolumnó a la hora de votar junto a Estados Unidos y condenó la situación en Cuba por los derechos humanos, la misma postura que durante 10 años mantuvo el gobierno de Carlos Menem. Ante la posibilidad de una decisión similar, en febrero pasado los jefes del radicalismo, Raúl Alfonsín, y el Frepaso, Carlos Alvarez, manifestaron a través de un documento ser partidarios de la abstención, posición que el ex presidente sostuvo durante su gestión. Por su parte, el embajador de La Habana en Buenos Aires adelantó que su gobierno espera "que haya un llamado a la cordura, que haya una interpretación de lo que dice el pueblo argentino". Pero advirtió que "si tenemos una decisión que consideremos un gesto inamistoso o se acompaña esta política de agresión a Cuba, nuestra respuesta será acorde al nivel de ese gesto". En medio de la polémica desatada, ninguna voz del gobierno se levantó para dar detalles de cuál será este año el voto si se llega hoy a esa instancia en Ginebra, aunque se presume que, al igual que en el 2000, se alineará con Estados Unidos para condenar la situación de los derechos humanos en Cuba. De ser así, "será en soledad y sin el acompañamiento de los partidos que conformar la Alianza", advirtió un vocero de la coalición.
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