Las lluvias complicaron el estado de los caminos en el sur santafesino

Teodelina. - Las lluvias del último fin de semana agravaron la situación del extremo sur de la provincia: caminos rurales cortados y anegamientos extendidos fue el nuevo escenario después de las abundantes precipitaciones. En algunos casos, como en Rufino, el agua ganó las calles de la zona suburbanas y hubo 11 evacuados. Los distritos de Amenábar, Lazzarino y San Eduardo también resultaron afectados. Además, permanece cortada la ruta 14, entre Diego de Alvear y San Gregorio.
La cantidad de lluvia caída contribuyó a aumentar el deterioro de los caminos rurales y convirtieron las calles en verdaderos canales. En la madrugada del sábado la ciudad de Rufino sufrió el impacto de las precipitaciones que drenaron hacia la zona norte y oeste de la ciudad, lo motivó la rápida acción de las cuadrillas de emergencias, auxiliando con bolsas con tierra, a los vecinos cuyas casas estaban amenazadas por el agua.
Las lluvias complicaron el desolador panorama que la emergencia hídrica generó en el sur provincial. La falta de absorción, la altura de las napas y la gran cantidad de masas de agua que se multiplican en la zona facilitaron el desarrollo del problema.
En Teodelina la lluvia originó una gran preocupación entre las autoridades locales. Uno de los barrios más afectados fue El Progreso, al noroeste de la localidad, lugar al que llega el agua proveniente de las lagunas de Villa Cañás, Santa Isabel y Venado Tuerto.
Pero el principal inconveniente fue el corte de los caminos rurales que ya se encontraban en estado de emergencia porque además de las causas climáticas, habría falta de control en los transportes de carga que retiran la cosecha gruesa de los campos -llegaron a detectarse vehículos con 54 mil kilos-. Ante la protesta generalizada la comuna local dispuso que por ese distrito las unidades de gran porte, sólo podrán transportar hasta 15 mil kilos de carga.
En declaraciones a FM Esperanza, el presidente comunal de Teodelina, Alejandro Permingeat, calificó la situación como una "verdadera catástrofe" que agrava la difícil situación en que el estado de los caminos rurales sumió a las arcas comunales.