Unos 1.200 labriegos militantes del movimiento de los sin tierra brasileños bloquearon ayer el puente internacional de Uruguayana, que conecta Brasil y Argentina, en el marco de una jornada de protestas contra la impunidad de los responsables de la masacre de 19 campesinos ocurrida hace cinco años en la localidad amazónica de Eldorado de Carajás. Al promediar la tarde, los campesinos abrieron nuevamente la vía de comunicación binacional.
Las manifestaciones organizadas por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) llevaron a miles de agricultores a las capitales de los principales Estados de la federación brasileña, e incluyen bloqueos de carreteras en varios puntos del país. El ministro brasileño de Desarrollo Agrario, Raúl Jungmann, lamentó ayer la demora en el juicio a los 150 agentes y tres oficiales de la policía militarizada de Pará acusados de perpetrar la masacre de Eldorado de Carajás, y aseguró que apoya la jornada de protestas.
"Es fundamental que nos unamos a los que luchan por justicia, para reducir la tasa de impunidad", expresó Jungmann, quien sin embargo advirtió al MST evitar actos de violencia, que "mancharían la memoria de los muertos".
El ministro destacó los avances en el programa de reforma agraria y sostuvo que, desde 1996, cuando ocurrió la matanza, el gobierno repartió 19 millones de hectáreas de tierras a 500 mil familias campesinas. No obstante, las protestas comandadas por el MST y por el Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA) también estuvo dirigida contra el gobierno, acusado de no apoyar a los labriegos beneficiados por la reforma agraria y a promover una política de importación de alimentos que estaría quebrando a los pequeños productores rurales.
Protesta y corte
El cierre del puente internacional de Uruguayana, que impidió el paso de camiones que transportan mercaderías entre Brasil y Argentina, tuvo como objetivo principal precisamente protestar contra la actual política agrícola, según los líderes de ambas organizaciones.
"El Ministerio de Agricultura sólo ayuda a los grandes productores, los que se dedican a la exportación", expresó uno de los dirigentes del MST, Gilmar Mauro, al quejarse de la escasez de créditos oficiales para los asentamientos del programa de reforma agraria.
A su vez, el líder del MPA, Gilberto Tuhtenhagen, criticó la política de importación de granos, alegando que, a raíz de esa práctica, "los productos de los pequeños agricultores locales no encuentran clientes".
La protesta se dirigió también contra la transnacional italiana de productos lácteos Parmalat, cuya fábrica ubicada en la ciudad de Carazinho fue bloqueada por militantes del MST y del MPA, que se sienten perjudicados por la reciente exigencia gubernamental de utilización de medios mecánicos para la producción de leche.
En el estado de Mato Grosso do Sul, unos dos mil manifestantes vinculados al MST lanzaron huevos y piedras y destruyeron parcialmente las instalaciones de una tienda del McDonalds en la capital provincial, Campo Grande, en una protesta simbólica contra el "capitalismo internacional".
Jornada de protesta
La jornada nacional de protestas generó además tensión en el estado de Minas Gerais, donde tropas del Ejército permanecen en estado de alerta para impedir una posible ocupación de la hacienda de los hijos del presidente Fernando Henrique Cardoso, en el municipio de Buritis.
El temor a una invasión fue generado por la presencia de cerca de 500 labriegos que cercaron la finca Córrego da Ponte, pero la ocupación, esperada para la madrugada, no se concretó hasta el mediodía de ayer.
La masacre de Eldorado de Carajás, considerada como el peor episodio de violencia de la sangrienta historia de la disputa por tenencia de tierras en Brasil, fue perpetrada el 17 de abril de 1996 por la policía militarizada del estado de Pará, durante un operativo destinado a desocupar una carretera bloqueada por el MST.
Hasta ayer, fecha que se cumplieron cinco años de la matanza, no existe un veredicto válido para los tres oficiales y 150 agentes acusados del crimen.
En Pará, la jueza Eva do Amaral Coelho definió ayer por sorteo a los 21 integrantes del jurado que decidirán la suerte de los 153 acusados. Se trata del segundo intento de juzgar a los acusados de la masacre de Eldorado de Carajás. En un primer juicio realizado en agosto de 1999 y anulado en marzo del año pasado, los tres oficiales acusados de la matanza fueron absueltos por el jurado.
El nuevo juicio está programado para realizarse en mayo, pero podría ser aplazado otra vez, ya que los abogados de defensa elevaron un recurso contra la anulación del primer proceso y amenazan con pedir a la Corte Suprema que impida la instalación del jurado hasta que se conozca una decisión final sobre el tema.