Berlín. - Unos 200 neonazis alemanes se manifestaron en dos ciudades alemanas en claro desafío de la comunidad judía, cuyos líderes criticaron la decisión de la Justicia germana de autorizar las marchas de los ultraderechistas, inicialmente prohibidas por la policía y tribunales inferiores. Unos 150 neonazis secundaron una protesta de "solidaridad con Irak y Palestina" en Jena, en el este de Alemania. La concentración, que coincide con la festividad judía de Pesaj y con la Pascua cristiana, se saldó con seis detenidos, entre ellos dos neonazis que llevaban navajas, según confirmó la policía local. Las fuerzas del orden señalaron que un grupo de contramanifestantes izquierdistas, mucho más numerosos que los neonazis, arrojó piedras, botellas y fruta podrida contra los neonazis, sin que se registraran heridos. La policía desplegó un fuerte dispositivo para separar a los dos bandos. Paralelamente se realizó también una protesta de vecinos de la ciudad universitaria, convocada por una treintena de asociaciones y partidos políticos locales contra la xenofobia. Mientras, en Ennepetal, en el oeste de Alemania, se registró una segunda concentración neonazi, secundada por unos 60 ultraderechistas. Aquí numerosos vecinos bajaron las persianas y colgaron banderas negras, en señal de protesta contra la marcha, autorizada esta semana por el Tribunal Constitucional, la máxima instancia de la Justicia en Alemania, después de que la policía local la prohibiera. El presidente del Consejo Central Judío en Alemania, Paul Spiegel, criticó la autorización de las manifestaciones neonazis. Spiegel se preguntó si realmente era oportuno permitir que los neonazis puedan acaparar la atención pública en estos días de fiesta de Pascuas. Afirmó ser consciente de que las manifestaciones forman parte del catálogo de derechos fundamentales garantizados por la Constitución, pero se mostró preocupado por la imagen que da Alemania en el extranjero. "Sabemos muy bien que justo esas fotos (de los manifestantes ultraderechistas) están marcando la imagen de Alemania en el extranjero", aseguró. El Tribunal Constitucional alemán había desechado las sentencias de dos juzgados regionales que habían confirmado las prohibiciones policiales por considerar que era presumible que se defenderían posturas anticonstitucionales. Los jueces del Tribunal Constitucional señalaron que, a priori, esta sospecha no se sostenía por los hechos, y recordaron que manifestaciones no delictivas estaban amparadas por el derecho constitucional a la libertad de expresión. Según el Tribunal, un acto no puede ser prohibido por la posible manifestación de opiniones políticamente impopulares. El vicepresidente del propio Consejo Central Judío, el cristiano demócrata Michel Friedman, aseguró que las últimas cifras sobre el aumento de los delitos ultraderechistas demuestran que la política, la policía y la Justicia no son dueños de la situación. Los actos violentos de neonazis registrados por la policía aumentaron el pasado año un 34 por ciento, hasta rozar los 1.000. Mientras que las autoridades alemanas advierten que el incremento se debe también a una mayor sensibilidad de la población, que ahora sería menos reacia a denunciar los actos violentos, Friedman sostiene que las cifras "prueban claramente que no dominamos el aumento de la violencia de la extrema derecha, ni en términos cualitativos ni en términos de cantidad".
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