Cincinnati, EEUU. - La policía dispersó con perdigones de goma a una decena de manifestantes luego del funeral de un adolescente negro muerto hace una semana por un policía. El episodio dio lugar a tres días de violencia en la ciudad y a la declaración del toque de queda, que anoche seguía vigente sin plazo. Varios cientos de manifestantes agitaron carteles y corearon consignas en la calle durante el servicio fúnebre. La calma volvió luego de que el jefe de policía, Thomas Streicher , se reunió con los líderes religiosos que participaban del acto. Los manifestantes agitaban carteles con leyendas como "Rebelarse está bien" y "Es hora de devolver los disparos", mientras cientos de personas desfilaban frente al ataúd abierto de Timothy Thomas, de 19 años, el cuarto hombre negro muerto por la policía desde noviembre. La policía efectuó 153 arrestos por violaciones al toque de queda durante la noche del jueves. Entre el viernes y el sábado fueron detenidas 218 personas, y las autoridades atendieron dos incendios en basureros. Timothy Thomas, de 19 años, murió el sábado pasado al ser tiroteado por el agente de raza blanca Stephen Roach, según los familiares de la víctima y testigos de los hechos. Thomas no estaba armado y contaba sólo con antecedentes penales menores. Se trata del 15º caso de un negro muerto por policías blancos en cinco años.El funeral de Thomas se celebró en la iglesia baptista New Prospect del barrio negro de Over-the-Rhine, norte de Cincinnati, y escenario de la mayor parte de los actos violentos de protesta, que se suceden desde el lunes. Anoche, el toque de queda seguía vigente sin plazo.
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