El ex policía Miguel Etchecolatz, que estaba detenido desde la semana pasada en una causa por la sustitución de identidad de una menor nacida en cautiverio durante la pasada dictadura militar, fue beneficiado ayer con el arresto domiciliario, ya que tiene 71 años. Según indicó anoche la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Plata (APDH La Plata), Etchecolatz recibió el beneficio por orden del juzgado federal número tres platense, a cargo de Arnoldo Corazza.
El magistrado aceptó así el pedido de la defensa planteando "los graves problemas de salud" del detenido y amparándose en la ley que le permite a los mayores de 70 años cumplir en su vivienda con la orden de detención.
Etchecolatz, ex director de Investigaciones de la policía provincial bajo las órdenes de Ramón Camps durante la última dictadura, había sido detenido el viernes 6 pasado por considerárselo autor mediato de la sustitución de identidad de una menor nacida en cautiverio.
Ese mismo día, el ex policía había sido llevado a los Tribunales porteños por otra causa en la que está acusado de haber sacado un arma para intimidar a cuatro jóvenes que le cuestionaban su pasado en la plaza porteña de Córdoba y Anchorena, el 9 de enero de 1999.
Las audiencias por el juicio que se le sigue en la Capital Federal seguirán el próximo lunes 23. Si lo encuentran culpable, deberá pagar con prisión, ya que tiene una condena previa a tres años en suspenso por haber injuriado al diputado Alfredo Bravo.
Pero aunque estuvo preso durante siete días en la causa que se instruye en La Plata, nadie pudo confirmar a dónde había sido alojado. Fuentes judiciales explicaron que había sido enviado a un pabellón especial de la cárcel de Marcos Paz, pero voceros del Servicio Penitenciario Federal desmintieron esa información.
Durante su estadía, dijeron allegados a Etchecolatz, el ex policía sufrió un problema de presión que lo obligó a ser asistido y que habría servido para poner de manifiesto su "delicado" estado de salud.
La hija de dos desaparecidos
La detención de Etchecolatz se produjo en el marco de la causa que investiga el caso de Carmen Sanz, hija de dos desaparecidos uruguayos en la Argentina.
Según se pudo determinar, la chica nació el 27 de diciembre de 1977, unos días después de que sus padres, la enfermera uruguaya Aída Sanz y el dirigente gremial Eduardo Castro Gallo, fueron detenidos y llevados al Pozo de Banfield.
Sin embargo, la joven -que fue entregada a un matrimonio que no tenía vinculación con las fuerzas de seguridad- recién pudo conocer su verdadera identidad hace tres años, cuando análisis genéticos le permitieron saber quiénes eran sus padres.
Por esa investigación ya está detenido el ex médico policial Jorge Bergés, que firmó la partida de nacimiento.
No obstante, en las últimas horas Bergés objetó el análisis genético que obra en la causa y reclamó que se realice un nuevo estudio y que esta vez sea de ADN, ya que considera que el realizado en 1999 no es el apropiado para determinar la identidad.
En el expediente, Bergés ya fue absuelto por el delito de sustracción de menores. "Aún teniendo en cuenta que Carmen Sanz nació en cautiverio, se carecen de elementos de juicio que permitan afirmar con grado de certeza el destino ulterior, tanto de la recién nacida como de su madre", había establecido la Cámara Federal de la Capital.
Pero ahora el delito por el que lo acusa el juez Corazza es el de "sustitución de identidad", que si bien tiene una pena menor, permite que Bergés esté detenido hasta que se sustancie el juicio oral.