El gobierno nacional no logra recuperar la confianza perdida y al no conseguir dinero en el exterior tuvo que echar mano a las reservas y al dinero que tenían guardado los bancos (encajes o requisitos mínimos de liquidez), para hacer frente a los compromisos de deuda.
El gobierno se autocolocó un bono por 500 millones de dólares, con las reservas del Banco Central (BCRA), demostrando una vez más que en el exterior hay reparos con la política económica que se está implementando.El ministro de Economía cumple varias funciones al mismo tiempo, y permanentemente se entromete en el BCRA, para dictar normas que le permitan hacerse de los recursos necesarios, para enfrentar los vencimientos de deuda.
En la última semana, el ministro de Economía..., perdón el presidente del BCRA, Pedro Pou, permitió a las entidades financieras integrar con bonos los requisitos mínimos de liquidez que le impone el BCRA.
En el pasado las entidades debían integrar en efectivo (dólares más precisamente) el 20% de los depósitos que obtenían del sistema financiero. Una arbitraria norma bajó esta responsabilidad al 18%, y ahora fue modificada, quedando una integración de sólo el 15% en dólares y un 3% en bonos.
Con estos bonos ya colocados, el gobierno se hizo de 2.200 millones de dólares que le vienen de maravillas para completar el tramo de financiamiento que le permitirá llegar a fin de año sin problemas.
Este bono, que es más patriótico y compulsivo que voluntario resolvió muchos problemas, pero la apuesta no queda allí. Ahora Cavallo quiere colocar mil millones adicionales entre bancos y particulares, más 500 millones entre las AFJP.
De esta forma el ministro sabe que el de abril es el último mes que le sacará dinero al mercado, de ahora en más aprovechará los beneficios que le otorga tener aprobado el blindaje, y la mega ayuda internacional que le dieron los organismos internacionales.
Por otro lado, el impuesto a las transacciones financieras ya es una realidad tangible. Las primeras estimaciones hablan de un piso de recaudación de 300 millones y un techo de 550 millones mensuales, con lo cual alcanza y sobra para cubrir los 2.000 millones de dólares de desvío presupuestario que dejó Machinea.
Lo que viene
Con este dinero el gobierno cumple con los tenedores de bonos y de aquí en más se concentrará en una serie de reformas monetarias que le permitan inyectar más dinero en el mercado.
Se especula con que se estaría estudiando una relajación de las regulaciones prudenciales que tienen los bancos, con el fin de inyectar mayor dinero al mercado. Se dice en ámbitos empresariales, que tenemos un sistema financiero muy sólido, que es similar al de Suiza, pero el país se parece a Uganda, por lo tanto se le reclama al ministro que modifique algunas normas para se incremente la capacidad prestable de los bancos (y nos parecemos del todo a Uganda).
Si esto fuera correcto tendríamos un sistema financiero más activo pero a la vez más vulnerable. Si se toman medidas de este tipo la inyección de liquidez sería muy fuerte y la tasa activa y pasiva disminuirían, pero a futuro deberíamos sopesar los riesgos implícitos que conllevan este tipo de jugadas.
No estamos solos en el mundo, y una eventual crisis financiera internacional podría borrar de un plumazo la sonrisa que generó en el corto plazo una baja ficticia de tasas domésticas.
Por encima de todo hay que priorizar la sustentabilidad en el tiempo de una política monetaria, y no modificar arbitrariamente las normas que rigen el desenvolvimiento de la actividad financiera, ya que esto significa desconocer a las instituciones.
De hecho el BCRA ha dejado de ser independiente desde el mismo momento en que Cavallo aterrizó en el Palacio de Hacienda. El ministro necesita reactivar la economía y sin ningún escrúpulo recurrirá a cualquier método. Ahora se entromete en el sistema financiero, y si bien en el corto plazo los resultados pueden ser muy positivos, la mayoría de los analistas creen que será muy difícil sostener este tipo de políticas en el tiempo.
El mercado sigue apoyando a Cavallo, no hablemos del resultado de la licitación de Letes del martes pasado, porque esto es una anécdota, lo real es que en los primeros días de abril, subieron las reservas, los depósitos y la cotización de los bonos domésticos, como también las acciones.
El mercado sigue confiando en el Mingo a pesar de que por ahora no le esté prestando dinero fresco, si en el próximo trimestre que cierra el 30 de junio, el ministro muestra números fiscales acotados a la pauta firmada con el FMI, podrá volver a los mercados financieros internacionales, y tendrá asegurada la reactivación económica. Salvo que, una crisis internacional no se le interponga en el camino.
Conclusión:
- Los bonos muestran un rendimiento exagerado, máxime cuando el mercado esta más liquido y la tasa de call bajo al 7%; el Bonte 2002 es la mejor alternativa en el corto plazo, ya que rinde el 13% anual.
- En materia de acciones, el viernes vence el mercado de futuros y opciones, y después será todo para arriba. Los mejores papeles son PC Holding y los bancos, ¿cuál? Cualquiera de ellos son los grandes ganadores en el plan del ministro.