Mientras Emir Yoma espera "tranquilo" en su nueva celda de Campo de Mayo la resolución de su situación procesal en el caso por la venta ilegal de armas, operadores políticos analizaron las estrategias a seguir para que la causa no comprometa directamente al ex presidente Carlos Menem, quien no tiene previsto visitar a su ex cuñado en las próximas horas. Pese a que Menem había asegurado que no tenía ningún problema en estar junto a su ex asesor, allegados al ex jefe del Estado aclararon que el prometido encuentro no se iba a realizar ayer y que tampoco se concretaría hoy. De todos modos, el ex presidente habría cancelado dos viajes para quedarse en Buenos Aires y así seguir de cerca el análisis del panorama que le permita quedar "lo mejor parado posible" frente a esta situación. Públicamente, no obstante, desde el menemismo se insistió en alejar al ex mandatario del escándalo. Su hermano, Eduardo Menem, se quejó por la "politización" de la causa, mientras que el ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan dijo que hay que esperar a que el juez federal Jorge Urso se expida (ver aparte). En tanto, trascendió que Yoma está "más tranquilo y conforme" en su nuevo lugar de detención, aunque ya se habría acostumbrado a la idea de que Urso le dictará dentro de 10 días su procesamiento. Pese a ello, se señaló que Emir confía en las estrategias parajudiciales que puedan llevar adelante su allegados para evitar salir perjudicado. No se descarta que los abogados de las partes puedan pedir que la Corte Suprema de Justicia tome cartas en el asunto y que la figura del sirio Monzer Al Kassar termine siendo utilizada en beneficio de los ex funcionarios que están sospechados de integrar una asociación ilícita. Por su parte, Urso y el fiscal Carlos Stornelli habrían dedicado las últimas horas al estudio de los elementos que existen en la causa, a la espera de que mañana se reactive el expediente y comiencen a llegar presentaciones de las partes. La investigación dio un nuevo impulso hace una semana y media, cuando Sala II de la Cámara Federal confirmó los procesamientos de los involucrados y le ordenó al juez investigar la ruta del dinero y profundizar el papel que habrían tenido en la maniobra Yoma y Al Kassar. Esta situación llevó al ex director de Fabricaciones Militares (FM) Luis Sarlenga, quien estaba próximo a salir de prisión, a contar lo que sabía. Y en su indagatoria, señaló a Emir como la persona que habría estado a cargo de la maniobra. Fue así como la inmediata detención del ex cuñado presidencial, concretada hace una semana, planteó un difícil escenario para todos los que firmaron los decretos que autorizaron la venta de armamento, y para todos aquellos que habrían participado de la operatoria. La posterior citación a indagatoria por un delito no excarcelable de Antonio Erman González en una causa parelela por contrabando que sigue la Justicia penal económica, agitó más las aguas: el ex ministro de Defensa reclamó que se convoque también a Menem y al actual jefe del Palacio de Hacienda, Domingo Cavallo. Lo mismo había hecho días antes otro ex ministro de Defensa, Oscar Camilión, también procesado por Urso. Cavallo, entonces, comparó la figura de Yoma con la Menem, pero, al mismo tiempo, aclaró que ninguno de ellos pudieron haber comandado una asociación ilícita. Y deslizó su mirada hacia Al Kassar, el personaje ideal para ser señalado como el líder de una banda internacional destinada a traficar armas que habría usado a los ministros argentinos.
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