La crítica y el consumo cultural

-¿Cuál es su concepto de la crítica de arte?
-Antes que nada quisiera aclarar que mi labor de simple comentarista no puede ser ubicada en la crítica de arte Creo que el crítico debería sentirse obligado a orientar. Hacer participar de su deslumbramiento a quienes deseen no descuidar esa oportunidad magnífica de la vida de todo ser humano. Todo brindado con una libertad tan absoluta que excluya, por sí misma, toda intención pontificatoria. Un comentario sobre arte debe contar con un entusiasmo vital, capaz de crear una epidemia de interés. Es que el arte según todas sus infinitas manifestaciones, es así: expansivo y resistente a todo encasillamiento. A todos nos preocupa de qué manera vamos gradualmente perdiendo nuestra libertad dentro de un régimen que se nos exhibe disfrazado de libérrimo. La aldea global es exigente y establece reglas fijas entre los productores y los consumidores del arte. Aquel que proponga una versión no aceptada en el eje tórrido de la gran comercializacíón quedará automáticamente excluido. A los excluidos de la globalización de la economía corresponde agregar los excluidos de la globalización de la cultura.