Hollywood se encuentra a las puertas de lo que se vislumbra como un apocalipsis cinematográfico. Las huelgas de guionistas y actores, previstas para mediados de año, pondrán a la industria al borde de la bancarrota, ya que se estima que los estudios sufrirán pérdidas por unos 320 millones de dólares, en tanto que cerca de un millón y medio de personas serán condenadas a un desempleo forzoso.
Los Angeles, donde están emplazados los centros de producción de las principales compañías cinematográficas, se verá seriamente afectada por el paro. Se calcula que las pérdidas del comercio rondarán los 1.800 millones de dólares. La comunidad está alerta, dado que se descuenta que causará un fuerte impacto en la economía de la ciudad, y las autoridades diseñaron un drástico plan de reducción de gastos.
Los grandes estudios llevan funcionando desde primeros días del año con una política de racionamiento. Todos los proyectos previstos para después de julio quedaron congelados, por lo que el número de estrenos para la segunda mitad del año padecerá una merma. Quedarán las puertas abiertas a las reposiciones y al cine extranjero, con lo que, dada la necesidad de subtitular los filmes, serán los traductores quienes sacarán la mejor tajada de la huelga.
Pese a la dureza de las posiciones de las partes en conflicto, hay aún queda un resquicio de esperanza. Las negociaciones siguen en marcha. De hecho, el próximo martes los productores y guionistas mantendrán una reunión para buscar una solución al conflicto, en tanto que el 10 de mayo harán lo propio representantes sindicales de los actores y los de los grandes estudios. El problema es que nadie está dispuesto a ceder ni un milímetro.
Los 11.000 guionistas reclaman a la industria un reparto "equitativo" de la torta de beneficios que generan las películas por su distribución en video, DVD y televisión. Piden 227 millones de dólares. Los productores ofrecen la mitad. Los 135.000 actores no fijaron aún sus condiciones, pero se descuenta que las diferencias que los separan de los grandes estudios será todavía mayor que la de los escritores.
La crisis de Hollywood afectó inclusive a las superestrellas que tuvieron que apretar el acelerador para poder terminar sus proyectos antes de que estalle la huelga. Tom Cruise acaba de rodar "Vanilla Sky", junto a Penélope Cruz, y sin tiempo siquiera para digerir su divorcio de Nicole Kidman, ya se puso a las órdenes de Steven Spielberg para comenzar el trabajo en "Minority Report", que tendrá que rodarse contrarreloj.
Spielberg no está más aliviado, tuvo que apurar las últimas pinceladas de "Inteligencia artificial", un proyecto de Stanley Kubrick que el cineasta norteamericano hizo suyo después de la muerte del director británico. La película se estrenará en las vacaciones de invierno y competirá con "Pearl Harbour" y con la nueva versión de "El planeta de los simios", de Tim Burton, por el título de la película más taquillera del año.
Entretanto, Steven Soderbergh, el nuevo niño mimado de Hollywood, volverá a trabajar con Julia Roberts en la película de acción "Ocean's Eleven". El fantasma de la huelga, sin embargo, dejó en el dique seco un proyecto largamente acariciado por la actriz. Se trata de "Butterfly", la nueva película de Gore Verbinski, el director a cuyas órdenes la reciente ganadora del Oscar trabajó en "La mexicana".
A Quentin Tarantino, por fin, sí parece que va a darle tiempo a terminar "Bill Kill", su esperadísima regreso a la pantalla después de tres años de inactividad. La segunda parte de "The Matrix" ya está en rodaje. Ahora la gran pelea de los hermanos Wachowski se orienta a convencer a Keanu Reeves para que el rodaje se concluya antes de comience la medida de fuerza. Si lo logran la película podría estrenarse antes de fin de año.
La secuela de "Bajos instintos" quedó en punto muerto. Lo único seguro hasta ahora es el "sí" de Sharon Stone para participar del proyecto y los 15 millones de dólares que cobrará por el trabajo. David Cronenberg renunció a la dirección y será sustituido por John McTiernan. Sigue la búsqueda infructuosa del protagonista masculino, que en ningún caso será Arnold Schwarzenegger, quien tuvo que aplazar el comienzo del rodaje de "Terminator 3", el filme con el que sueña volver a la cima.
Mientas tanto, la fecha está cada vez más cerca. El 1º de mayo dejará de tener vigencia el acuerdo entre los guionistas agremiados y la unión de productores de cine y televisión. De hecho ya hay menos producción en Hollywood, y los proyectos que no puedan ser terminados de escribir antes de la huelga ya fueron archivados.
El exitoso actor, productor y guionista Warren Beatty instó a ambas partes a que se sienten rápidamente en la mesa de negociaciones. La huelga promete ser feroz y ya se dieron algunas muestras. El año pasado, Elizabeth Hurley fue insultada en el estreno de "Al diablo con el diablo" por un grupo de actores que la acusaban de haber grabado un comercial durante los días de paro.
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La Ciudad
