Roma. - El magnate de las comunicaciones y candidato de la Casa de las Libertades, Silvio Berlusconi, encabeza las encuestas de intención de voto para los comicios generales del próximo 13 de mayo en Italia, donde comenzaron oficialmente las campañas electorales. Según la mayoría de los sondeos, el derechista Berlusconi, que pasó fugazmente por la jefatura de gobierno en 1994, encabeza las tendencias con un 30% de los votos, seguido a sólo 3 puntos por el candidato de la coalición de centroizquierda Olivo, el ex alcalde de Roma, Francesco Ruttelli. Sin embargo, casi un tercio de los votantes se muestra indeciso, por lo que la campaña electoral tendrá un valor fundamental para las aspiraciones de ambos candidatos.
Berlusconi y Rutelli afrontan la campaña en el marco de una polémica suscitada por las estrategias electorales del candidato de conservador, quien utiliza métodos publicitarios criticados por sus oponentes. El magnate de la televisión utiliza técnicas clásicas de la publicidad comercial con mensajes para reforzar sus "marcas", como "Berlusconi trabajador" o "Menos impuestos para todos", bajo una elección de colores inspirada nada menos que en el sistema de computación Windows.
Por su parte, Rutelli trata de acentuar su imagen amable y "seductora", que le valió apodos como "Il bello" (El lindo), y su experiencia para pasar de ser alcalde de Roma a "alcalde de Italia".
Los sondeos que dan como favorito a Berlusconi muestran sin embargo su "resurrección" política iniciada con el triunfo en las elecciones europeas, municipales y regionales celebradas en Italia desde 1999, tras algunos años de ostracismo. Tras desprenderse de la aureola de aventurero que le rodeó durante su llegada y desalojo fulminante del poder en 1994, "Il Cavaliere" se presenta ahora con el reconocimiento internacional que le confiere su pertenencia al Partido Popular Europeo (PPE). Sin embargo, sus flancos débiles siguen siendo los mismos que hace siete años: su reeditada alianza con la polémica Liga Norte y con la neofascista Alianza Nacional, y el conflicto de intereses por su doble condición de político y empresario.
Candidato de circunstancia
Enfrente, Francesco Rutelli sueña con una levandata en la que muy pocos creen en el inicio de la campaña electoral, y busca continuamente el cuerpo a cuerpo con su rival, que ya se negó a participar en un debate televisivo. Su objetivo inmediato no es otro que el de desembarazarse de su condición de "candidato de circunstancias" con que llegó al liderazgo electoral, aprovechando un momento de confusión del centroizquierda, huérfano de un líder natural desde que cayó el gobierno de Romano Prodi, en octubre de 1998.
El ex intendente romano, que atesora un pasado de militancia radical y ecologista, se jugará casi todas su fichas en el norte, un bastión de la Casa de las Libertades, ya que acumuló todas las presidencias regionales en las últimas elecciones.
En tanto, y fuera de las dos grandes coaliciones, se encuentran otros candidatos de peso: el comunista Fausto Bertinotti, que apoyó el gobierno de Prodi, el famoso fiscal anticorrupción Antonio Di Pietro, la radical Emma Bonino y Sergio D'Antoni, líder de la "tercera vía" democristiana que apadrina el premier Giulio Andreotti.