Año CXXXIV
 Nº 49.087
Rosario,
sábado  14 de
abril de 2001
Min 21º
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cartas
Diagnóstico de situación

Soy una médica pediatra radicada en el interior de la provincia que observa desde hace tiempo junto a otros colegas cómo se va deteriorando nuestra profesión. Coincido totalmente con las declaraciones del doctor Tanno y no sólo en la necesidad urgente de un ingreso restricto, sino también en la urgencia de elevar la calidad académica de los futuros profesionales. Aclaro que fui partícipe en 1983 del movimiento iniciado en Rosario para terminar con el ingreso restricto que culminó con la renuncia del rector Riccomi. Con 1.700 ingresantes no hay presupuesto que alcance ni profesor que pueda dedicar el tiempo que cada estudiante (futuro médico) necesita. Egresan profesionales teóricos, de libros, carentes de práctica profesional y deshumanizados por la falta de contacto con los enfermos y sus circunstancias. El doctor Tanno plantea la desigual distribución de los recursos humanos. Pensando en ello e incentivada por motivos personales decidí volver a mi lugar de origen donde para mi sorpresa la Asociación Médica del departamento San Martín, al que pertenece Sastre, me informó que para ingresar a la bolsa de trabajo que agrupa a las obras sociales registradas hay un cupo. La remota posibilidad de ingresar a la misma se da si algún profesional renuncia o fallece. En ese caso la familia decide si vende su número de socio (estimado en unos 10.000 dólares) o si será heredado por algún hijo médico. Ojalá haya más gente como el doctor Tanno que se anime a dar en voz alta diagnósticos de situación.
Analía Pretto


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