cartas

¿Seremos hipócritas?

Hace años una revista de humor local decía que "ser rosarino es un chiste del destino". Y muchas cosas de las que pasan en la ciudad son por hacer casi todo como si fuera un chiste. El problema discotecas/vecinos es eterno. No quiero aparecer como un defensor de los negocios nocturnos pero los niños que mendigan por las calles, los miles de pasajeros que padecen el transporte público, los más de 40 asentamientos irregulares, y la contaminación y polución ambiental, son problemas más importantes a resolver que seguir barriendo bajo la alfombra. ¿Cuándo empezaremos a entender que primero hay que predicar con el ejemplo? Si pedimos que la música esté en niveles audibles, no hagamos recitales, actos públicos o la Fiesta de las Colectividades; si pedimos baños para discapacitados en los locales gastronómicos, sería bueno que primero existan en el Palacio Municipal o en las oficinas públicas. ¿No fueron las actuales autoridades las que discutieron, se pusieron de acuerdo y designaron normas para el funcionamiento de los boliches?
Augusto Saracco