Casilda. - El intendente Eduardo Rosconi se mostró preocupado por la sensación de inseguridad que reina en algunos sectores de la ciudad a raíz de una serie de hechos delictivos y de violencia ocurridos durante los últimos fines de semana y que intranquilizan a la comunidad. Anteanoche, por ejemplo, una joven resultó lesionada en medio de una gresca generada en el interior de una confitería céntrica y continuada en sus inmediaciones.
Esta sensación de inseguridad en Casilda comenzó a crecer hace unos meses a raíz del aumento de asaltos a mano armada, fundamentalmente en comercios, y un gran incremento de los delitos menores contra la propiedad y en la vía pública. Sin distinción de horarios y en cualquier lugar de la ciudad, tanto en el centro como en las zonas periféricas.
La intranquilidad se impone más allá de que la policía haya esclarecido los hechos más importantes. "No es fácil para los padres quedarse en casa mientras no sabemos si los chicos van a volver enteros de los boliches", coinciden muchos vecinos respecto de los últimos sucesos que tuvieron lugar en el marco de la noche casildense.
El episodio más grave se produjo en la madrugada del sábado pasado cuando una patota atacó a cuchillazos a un joven de 22 años que fue internado en el hospital Centenario de Rosario. César Acosta había salido de un boliche bailable ubicado a la vera de la ruta 33 y al llegar al parque Sarmiento fue interceptado por siete hombres que le aplicaron tres puntazos en la espalda, el estómago y el vientre, perforándole los pulmones y los intestinos. Los agresores -cinco menores y dos mayores- fueron detenidos, aunque algunos recuperaron la libertad.
La semana anterior se habían registrado dos episodios similares, pero los agresores fueron apresados rápidamente por la policía y están detenidos en la alcaidía de la Jefatura casildense. Los tres casos se produjeron en el barrio Granaderos a Caballo a pocos cuadras de distancia y en cercanías de la misma discoteca, aunque los móviles fueron diferentes. En los dos primeros el ataque estuvo vinculado al robo mientras que en el último hecho se desconocen los motivos.
Policías preocupados
La comunidad está sensibilizada por esta seguidilla de hechos policiales e incluso trascendió que compañeros de trabajo de Acosta, quien es chofer en una empresa de remises, estarían organizando un bocinazo de automóviles por las calles céntricas de la ciudad para reclamar mayor seguridad. También la policía manifestó cierta preocupación por la decisión judicial de liberar a los menores participantes de este hecho, sobre todo, a uno de los autores materiales. "La gente está intranquila y no ayuda el hecho de que la Justicia tome estas medidas", comentan integrantes de la fuerza, \"Casilda no es una isla, forma parte de un país donde aumentó la pobreza y la violencia", dijo Rosconi para describir una realidad que tiempo atrás resultaba lejana para esta ciudad y las demás localidades de la región.
Mientras tanto las autoridades de la Unidad Regional IV de Policía del departamento Caseros aseguraron que tomaron medidas para optimizar los mecanismos de control.
"Reforzamos la seguridad con policías de civil para detectar la presencia de grupos violentos y prevenir nuevos hechos en la zona", confirmó a La Capital el vocero de la policía local, Darío Gigli.
Asimismo, aseguró que "estos operativos especiales continuarán" hasta que la policía logre controlar totalmente la situación como lo hizo en otros sectores de la ciudad donde también se registraban habitualmente incidentes, sobre todo en el centro, después de los horarios de cierre de los boliches.