Asesinado a balazos por dos menores

La víctima tenía un negocio de computación y fue muerto al resistirse a un robo

Buenos Aires.- El dueño de una casa de venta de artículos de computación fue asesinado ayer de un balazo en el pecho, cuando se resistió a que dos adolescentes de entre 13 y 15 años robaran su comercio en el barrio porteño de Palermo.
Fuentes policiales informaron que el hombre, de 28 años, quien se encontraba en ese momento junto a un proveedor y una clienta, se trenzó en una pelea cuerpo a cuerpo con uno de los asaltantes, pero recibió un balazo en el pecho que le provocó la muerte en forma instantánea.
El hecho ocurrió pasadas las 17.30 en la casa de computación ubicada en Fitz Roy al 2200, en Palermo Viejo, una zona en la que abundan las casas usurpadas y próxima al predio de las ex Bodegas Giol.
De acuerdo a lo relatado por algunos testigos a la policía, dos adolescentes de entre 13 y 15 años ingresaron al local armados y amenazaron al dueño del comercio, al proveedor y a la clienta, a quienes les extrajeron todas sus pertenencias.
La policía aseguró que uno de los chicos llevó al proveedor y a la clienta, de quienes aún no se proporcionaron sus datos personales, a un baño ubicado en el fondo del local.
En tanto, en un descuido del otro ladrón, el dueño del local intentó resistirse al robo y comenzó a forcejear con el adolescente que se había quedado en el lugar para custodiarlo.
Según uno de los testigos, la pelea se trasladó hasta la vereda. Allí, apareció en escena nuevamente el chico que había encerrado a las otras dos personas en el baño, quien extrajo un revólver y le disparó al comerciante un balazo en el pecho.
Tras ver caer al hombre ensangrentado, cuya identidad no fue divulgada, los delincuentes escaparon corriendo.
Fuentes policiales aseguraron que a unos pocos metros del lugar fue encontrada una pistola calibre 22 que habría sido utilizada por los ladrones para matar al propietario del comercio.
Policías de la comisaría 31ª organizaron un amplio operativo para intentar localizar a los asaltantes, aunque sin resultados en un primer momento.