Año CXXXIV
 Nº 49.084
Rosario,
miércoles  11 de
abril de 2001
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Angustiosa espera por un trasplante
Un joven fue derivado ayer al Hospital Argerich después que en dos centros privados se negaran a atenderlo

Juan Pablo tiene 22 años y necesita un trasplante de hígado para seguir viviendo. Fue derivado ayer a la tarde desde Rosario al Hospital Argerich, de la Capital Federal, después que se le negara su ingreso al Hospital Italiano porteño y a la Fundación Favaloro por las deudas que la provincia mantiene con estos centros de salud. Los padres de Juan Pablo, en medio de la angustia, pidieron que "la gente tome conciencia y done sus órganos para salvar otras vidas".
El domingo a la tarde, Juan Pablo ingresó al Hospital Centenario. El joven padecía hepatitis A, pero ese día se levantó descompensado y sus familiares se dieron cuenta que "se perdía y decía incoherencias". En el efector de la provincia le diagnosticaron entonces una insuficiencia hepática y fue internado en terapia intensiva.
Inmediatamente, desde el servicio de gastroenterología del Centenario comenzaron a evaluar la necesidad de un trasplante y a tramitar el traslado del paciente a Capital Federal.
Pero en el Hospital Argerich no contaban con camas disponibles y tanto en el Italiano como en la Fundación Favaloro se negaron a recibir al paciente por las deudas pendientes que mantenía la provincia de Santa Fe.
"El Estado provincial tiene algunas deudas con efectores de trasplantes porque nos desborda la demanda. Como están las cosas, sin el cheque las instituciones privadas no reciben a los pacientes", reconoció el responsable del Centro Unico de Donación, Ablación e Implante de Organos (Cudaio), Armando Perichón.
Esta situación se logró encauzar finalmente sobre el mediodía de ayer, cuando desde el Hospital Argerich aseguraron que contaban con un lugar disponible.
Finalmente, a las 15.30 una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) partió desde el Centenario rumbo a Capital Federal. Allí se someterá a Juan Pablo a los análisis previos al trasplante y, en función de esta evaluación, se podría declarar al paciente en emergencia nacional. Es decir que pasaría a ocupar el primer lugar en la lista de espera para la procuración del órgano.


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