cartas

Comerciantes de la muerte

Sucedió en Villa Gobernador Gálvez, el 31/03. Falleció mi hermano y con el gran dolor de ese momento, recurrí a las cocherías del lugar. Primero pasé por Ibarra, donde me informaron que Pami no se hacía cargo del sepelio y que además tenían las salas ocupadas. Esto no era cierto porque verificamos que estaban vacías. Le manifestamos esto al dueño y ante nuestra sorpresa nos comunicó que estas salas estaban "reservadas". ¿Se saca turno para morir? Tanto insistimos que el señor José María Ibarra trató de "hacemos un lugarcito" previa entrega de $400, más el recibo de Pami, lo cual sería un total de $850. Pensamos que en otra cochería, podía cambiar algo. A pesar de mi angustia no pude dejar de pensar que mi hermano estaba en una feria de remates. Me comuniqué con Pami Escucha, donde me informaron que Pami cubría el sepelio. Ante la oferta de $890 que me ofrecieron en la segunda casa de sepelios, luego de esta respuesta, me permitieron hacer el sepelio en su sala por sólo $50 y el recibo de cobro. Para todos los familiares, que en algún momento van a pasar por esta triste situación, les pido que no se dejen engañar por estos comerciantes de la muerte sin escrúpulos que aprovechan el dolor para llenarse los bolsillos. Pami reconoce les sepelios y ellos embarran la obra social de los jubilados, juegan con el dolor. No se olviden que la muerte llega para todos.
DNI 6.508.038