Jacquelina Dávila y Esteban Ottazo son novios y acaban de salir de una mala experiencia. Estuvieron detenidos e imputados por el homicidio de un muchacho que había mantenido una relación de cinco años con la chica. Perdieron sus trabajos, fueron sometidos a desgastantes interrogatorios y a una rueda de reconocimiento. Ahora la Justicia les dictó la falta de mérito y deben empezar de nuevo. "Nos duele mucho todo lo que pasó pero estamos bien, vamos a salir adelante porque somos conscientes de nuestra inocencia y así lo demostró la Justicia", dijo confiado Esteban.
El pasado 10 de febrero, Juan Antonio D'Agostino apareció asesinado de 18 puñaladas en el interior de su precaria casa de pasaje Puccini 543, el el barrio Malvinas. Un amigo lo encontró tirado sobre la cama inferior de una cucheta. Los investigadores determinaron que poco antes de morir, la víctima había compartido una comida y algunas cervezas con otras dos personas. En el lugar no hallaron signos de violencia ni rasgos de defensa en el cuerpo. Sólo tres vasos con restos de cerveza y tres porrones vacíos. Enseguida la hipótesis del robo se desmoronó y se apuntó a un crimen pasional.
El mismo día del crimen los investigadores apresaron a un hombre de 32 años, y su novia de 23, quienes más tarde quedaron desvinculados por falta de mérito, la misma figura con la que fueron liberados Esteban y Jacquelina.
Sólo una vieja relación
Esteban tiene 28 años. El 28 de febrero dos detectives de la Brigada de Homicidios llegaron a su lugar de trabajo, el depósito de una empresa de transportes en la que prestaba servicios desde mediados de 1997. "Se acercó un compañero y me dijo que me buscaba la policía. Primero no le creí pero insistió y fui a ver que pasaba. Los agentes estaban de civil, me dijeron que los tenía que acompañar a la Jefatura porque estaba vinculado a un homicidio seguido de robo".\El muchacho los acompañó sabiendo que "en un par de horas todo se solucionaba porque yo estaba seguro de mi inocencia, de no tener nada que ver". Sin embargo, estuvo detenido siete días. "Primero me llevaron a la Jefatura, donde me interrogaron un par de veces y trataron de quebrarme psicológicamente. Me decían que Jacquelina ya había declarado todo, que les cuente como había sido algo que yo no sabía, decían barbaridades de mi novia. A la noche me derivaron a la comisaría 7ª y allí estuve hasta que me largaron" recordó Esteban cuyo reconocimiento en Tribunales, ante testigos del hecho que le imputaban, fue negativo.\Jacquelina tiene 26 años. Fue detenida un día antes que su novio en la empresa de servicios de limpieza para la que trabajaba. Su vinculación a la muerte de D'Agostino, según la policía, era una relación sentimental que había mantenido con la víctima hasta noviembre del año pasado. La llevaron a Jefatura y desde allí a la seccional 4ª. Estuvo presa un mes, pasó por muchos interrogatorios y al igual que Esteban por una rueda de reconocimiento en los Tribunales.\"Me decían que una testigo me había visto salir de la casa de Juan corriendo y llevando cosas cuando yo en realidad después de haber cortado la relación con él no lo había vuelto a ver", recordó la joven. Lo cierto es que en la rueda de personas no la pudieron identificar con claridad. Poco antes de que la liberaran fue detenida otra chica cuyo parecido físico con Jacquelina, según la policía, podría haber confundido a la testigo.\Las familias de ambos debieron soportar que les allanaran las viviendas. En ningún caso la policía halló pruebas que los comprometan. Nuevamente libres, Esteban y Jacquelina juntan fuerzas para superar el trance. Están sin trabajo y dicen que no guardan rencor por nadie. "En la empresa me dijeron que me echaban por una reestructuración pero sé que no es así. He vuelto a verme con mis compañeros de trabajo, con mis amigos y todos me creen y me bancan, pero estoy sin laburo y eso me mata porque siempre trabajé y me mantuve solo" dijo Esteban.\Sobre el accionar policial, los jóvenes tienen sus dudas. "Nunca nos trataron mal físicamente, aunque las presiones psicológicas que sufrimos para declarar y el estar por primera vez presos y esposados por un hecho que no hicimos es culpa de alguien. Primero nos detuvieron y después investigaron si teníamos algo que ver con el crimen" manifestaron Esteban y Jacquelina, quienes creen que "en realidad tendría que ser al revés".