Jerusalén. - El líder palestino Yasser Arafat expresó sus buenos deseos a los israelíes por la celebración de la Pascua judía (Pesaj) y los exhortó a apoyar la reanudación de las conversaciones de paz, luego de una noche de enfrentamientos armados con armas pesadas entre israelíes y palestinos en Cisjordania y la franja de Gaza, que continuaron durante el día de ayer. A su vez la organización terrorista islámica Jihad llamó a continuar con los ataques explosivos contra Israel. La celebración de Pascua se extiende una semana a partir del atardecer del sábado y conmemora la partida de Egipto y el éxodo de los israelitas. La festividad es ocasión de reuniones familiares, pero ha sido afectada por la creciente ansiedad en Israel por las amenazas diarias de ataques dinamiteros de militantes islámicos en ciudades israelíes. Tropas israelíes y palestinos armados se enfrentaron en Cisjordania y la franja de Gaza ayer a la mañana, al tiempo que Israel recibía nuevas advertencias de ataques dinamiteros de militantes islámicos al iniciarse la Pascua. En Cisjordania, la policía palestina detuvo a un presunto informante que habría ayudado a atraer a dos palestinos a un área controlada por Israel, donde fueron capturados. El ejército dijo que los dos hombres pertenecían al Tanzim, el brazo armado del movimiento Fatah del líder palestino Yasser Arafat. En la franja de Gaza, tres policías palestinos resultaron heridos durante la noche anterior en un combate con fuerzas israelíes cerca del asentamiento judío de Netzarim. Uno de los agentes se encontraba en estado grave debido a que recibió un disparo en la cabeza. En la confrontación, tanques israelíes y lanchas de patrulla dispararon con ametralladoras pesadas contra una instalación de Fuerza 17, grupo del servicio secreto palestino, cerca de Netzarim. Más tarde un tractor oruga arrasó el puesto palestino y dos almacenes abandonados, indicó el ejército. Desde las instalaciones, los palestinos dispararon numerosos proyectiles contra Netzarim, según los militares. Israel acusa a Fuerza 17 de ser responsable de muchos ataques contra asentamientos judíos en los pasados seis meses. La mañana de ayer, los palestinos dispararon morteros contra asentamientos de colonos hebreos. Militantes islámicos renovaron sus amenazas de ataques dinamiteros contra Israel. Ayer, el grupo terrorista Jihad Islámica se reunió en la ciudad cisjordana de Nablús, en una conmemoración fúnebre tras la muerte de Iyad Hardan, uno de sus principales miembros, quien murió el jueves en una explosión atribuida a agentes de seguridad de Israel. Por su parte, los israelíes dicen que Hardan había planeado varios ataques suicidas con bombas, incluyendo uno, en noviembre, en que murieron dos israelíes. Unos 1.500 simpatizantes de Jihad asistieron al mitin en la Universidad de An Najah, en Nablús. Cuatro hombres en ropas blancas, simbolizando las mortajas de los atacantes suicidas, quemaron banderas israelíes y efigies del primer ministro israelí Ariel Sharon. "La sangre de nuestros mártires es fuego que quemará a los invasores", arengó el líder del grupo, Ramadan Shalah, vía telefónica desde el exilio en Siria a una multitud que coreaba "Nuestra elección es sencilla: Jihad, Jihad (guerra santa)". El premier Ariel Sharon ha dicho que no volverá a la mesa de negociaciones hasta que los palestinos detengan sus ataques contra civiles y tropas israelíes. Su gabinete formado por miembros de diversas inclinaciones políticas está dividido en cuanto a la forma como debe tratarse a Arafat. Los miembros más conservadores demandan que se le declare "criminal de guerra", mientras que los moderados dicen que aún lo consideran como un socio en las negociaciones para la paz. Arafat, en su mensaje de Pascua, dirigido al opositor israelí Yossi Sarid, dijo que desea al pueblo de Israel un año de paz.
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