Washington. - La foto de cartón en tamaño real de Bill Clinton, con la que solían fotografiarse los turistas cerca de la Casa Blanca, ha desaparecido. Ya no hay interés. Por lo demás, los ciudadanos estadounidenses pueden hacer lo que quieran, no consiguen deshacerse de Clinton. Como siempre, es un objeto querido de los medios. Los "astrólogos" hacen conjeturas sobre la cambiada vida del 42º presidente de EEUU. Clinton sin poder, a la sombra de su esposa Hillary, electa en el Senado, ¿cómo funciona eso y además, cómo funciona bien?
La televisión lo muestra paseando con su perro Buddy por un paisaje nevado. Las columnas de chismes dicen que al principio pasó el tiempo bastante desconcertado y desorientado en su lujosa mansión en Chappaq. En los "talkshows" nocturnos los conductores hacen chistes de mal gusto sobre el matrimonio a distancia de los Clinton, ella, la mayoría de las veces en Washington, él, en Nueva York. Jay Leno, de la cadena televisiva NBC, echa leña al fuego al cambio de poder de George W. Bush, que tan amargo resultó para los demócratas. Leno cuenta que cuando Clinton llama a Al Gore -perdedor en las últimas elecciones- aún pide hablar con "el presidente".
Por su parte, David Letterman, de la cadena televisiva CBS, bromea que el ex presidente, por aburrimiento mandará a construir en el estado de Arkansas un refugio siguiendo los planos de la residencia presidencial Camp David en Washington. "Lo amueblará con todas las cosas que se robó de Camp David", bromea Letterman. Luego de un enfado general, los espectadores están ahora invitados a reírse de Bill y Hillary Clinton, que se llevaron de la Casa Blanca regalos oficiales que no les pertenecían.
Entretanto, los Clinton han pagado la mitad de lo que se han llevado y han devuelto muebles. En vez de cargar al Tesoro público con aproximadamente 800.000 dólares de alquiler por una oficina con vista al Central Park, Clinton alquiló una oficina en el barrio de Harlem, que cuesta una cuarta parte.
A pesar de todo, encuestas recientes señalan que sólo el 38% de los ciudadanos estadounidenses sigue queriendo a ex jefe de gobierno. Esto también se vio reflejado en las donaciones para su fondo de defensa, donde escasean los recursos. Fue necesario hacer un llamado a los amigos acomodados para que vuelvan a desembolsar dinero. Los Clinton todavía les deben a sus abogados por diversos escándalos 3,9 millones de dólares.
Dinero y lejos de las burlas
El ex presidente ha comenzado a mejorar su jubilación de 157.000 dólares anuales con discursos. En La Haya, Holanda, una docena de oyentes pagaron cada uno 10.000 dólares para escucharlo. Con este primer viaje al exterior, que también lo llevó a visitar Inglaterra y Alemania, mató dos pájaros de un tiro: no sólo le dieron dinero, sino también distancia con los títulos de diarios en su país.
Actualmente se encuentra en la India para ayudar a las víctimas del terremoto. Una organización fundada por él apoya la reconstrucción de aquellos pueblos que el pasado 26 de enero fueron gravemente destruidos.
Parece que Clinton quiere imitar a Jimmy Carter, otro sureño de la Casa Blanca (1977-81). Carter visitó 120 países, para fomentar la democracia y los derechos humanos. Si los viajes oficiales de Clinton durante sus ocho años de presidencia sirven como referencia, entonces habría superado el récord de Carter. Clinton visitó 133 países y pasó 229 días en territorios extranjeros.
El jefe de gobierno de antaño no puede, no debe ni quiere ser un ciudadano normal de hoy. Se ha reservado especialmente un poder, opina Richard Cohen del diario Washington Post: "Sigue enloqueciendo a la gente". Una encuesta arrojó que entre el 47 y 54% de los ciudadanos de Nueva York quieren tener a su nuevo vecino como próximo gobernador. Clinton dijo que no, ¿pero lo dice en serio?. Después de todo es uno de los candidatos más cambiantes.